Las repisas son una de las zonas de las casas más expuestas a los fenómenos externos. Al igual que los balcones y ventanas, su ubicación en las fachadas hace que sean un nido de suciedad. La contaminación, el viento e, incluso, los desagradables excrementos de animales se incrustan en las repisas.

A pesar de ser una de las zonas más olvidadas en la limpieza del hogar, es conveniente limpiarlas con asiduidad para evitar así su deterioro. Además, el hecho de limpiarlas a menudo nos facilitará la tarea.

El jabón, tu mejor aliado

La piedra o el mármol suelen ser los materiales más utilizados para la construcción de las repisas. Teniendo en cuenta esta premisa, los mejores productos para limpiar las repisas son los jabones naturales. Lo ideal es recurrir a aquellos que están compuestos por PH neutro.

Lo mejor es mezclar el jabón con agua en un barreño. Hazte con un cepillo apto para limpiar la piedra e introdúcelo en el barreño. Cuando esté bien impregnado por la mezcla de agua y jabón, pásalo con fuerza sobre la superficie de la repisa. A medida que vayas viendo cómo se retira la suciedad deja actuar unos minutos el jabón y, posteriormente, elimina los restos de jabón con una bayeta.

Tus repisas recuperarán su aspecto original rápidamente y lucirán como nuevas en tan solo un par de minutos.