Si el hogar no cuenta con el espacio suficiente para tener un cuarto para las tareas domésticas, hay que utilizar el ingenio para buscar huecos en la casa, de forma sencilla y económica.

Las tareas del hogar siempre son complicadas, sobre todo cuando hablamos de la colada y el planchado. Por eso para evitar que sean más difíciles de lo que deberían ser, es necesario tener una gran organización.

Cuando no tenemos suficiente espacio, lo mejor es optar por una lavadora-secadora, para así no tener dos electrodomésticos de gran tamaño, que colocaremos en la cocina o en el baño en la mayoría de los casos.

Elementos tan sencillos como unos estantes pueden ser la solución para sacar partido a una zona desaprovechada en la cocina. Así, si se colocan baldas de distintas dimensiones se puede conseguir un práctico rincón de planchado. Pon toda tu atención y sácale el mayor partido a la pared, utilizando módulos de almacenaje en vertical, así, podrás tener todo el espacio que deseas para la ropa.

Para almacenar la ropa sucia lo más habitual es utilizar una o varias cestas, preferiblemente de tela o con orificios que faciliten la ventilación de la ropa pendiente de lavado. También hay estructuras combinadas donde tenemos una barra que nos permite dejar la ropa recién planchada, colgada en una percha y al mismo tiempo separar la ropa sucia en distintas cestas de tela dependiendo del tipo de colada, distinguiendo así la ropa limpia y planchada de la sucia, en un solo lugar y ocupando muy poco espacio.

Otra opción si no dispones de espacio es utilizar un carro auxiliar con ruedas, consiguiendo un centro de planchado que podrás recoger mientras no lo uses o trasladarlo a otra habitación. Puedes completar este carro con cestas, cajones y estantes que te faciliten la tarea, pudiendo almacenar las pinzas y las prendas lavadas y planchadas.

En las tareas del hogar es muy importante prestar atención a los pequeños detalles, como asegurarte de que la funda de la tabla de planchado se ajusta a la perfección para que no se mueva y se hagan arrugas, complicando la tarea de planchado. Para planchar prendas delicadas o de lana, un gran truco que te ayudará es colocar un trozo de tela de algodón entre la plancha y la prenda, o comprar un práctico protector con efecto húmedo que no deja brillos.

Es importante tender la ropa lo más estirada posible para facilitar la tarea del planchado cuando esté completamente seca, y tener cuidado con la colocación de las pinzas, ya que pueden dejar marcas indeseadas en la ropa.