¿Crees que la sacarina es más sana? Esta comparación te hará pensarlo dos veces

¿Qué edulcorante elegir?

Un hombre se echa un terrón de azúcar en un café

Un hombre se echa un terrón de azúcar en un café / REDACCIÓN

Por todos es sabido que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de azúcar máximo diario de 25 gramos, pero la realidad de los productos en los supermercados hacen difícil cumplir esa recomendación.

Por ello existen edulcorantes que pueden ejercer como sustitutivos del azúcar. Están la sucralosa, la stevia y el eritritol, como los más recomendados; y el aspartamo, el acesulfamo K y la sacarina como los que se deben usar como moderación. Precisamente este último es el que está más presente en los hogares, y por eso lo comparamos con el azúcar a continuación

¿Es mejor usar azúcar o sacarina? La respuesta corta es sacarina, pero no todo es tan simple. Cuando aumenta el azúcar en sangre, viaja al cerebro y activa un sistema de recompensa. Aparece la famosa dopamina, que nos hace desear más alimentos azucarados.

Con el tiempo, el cerebro puede desarrollar tolerancia y a la larga va a necesitar más azúcar para tener el mismo nivel de placer. Y mucho azúcar se relaciona con obesidad, diabetes y otras enfermedades cardiovasculares.

Los edulcorantes artificiales, como la sacarina, pueden engañar a las papilas gustativas porque saben dulce, pero no aportan calorías, no aumentan la glucosa en sangre como el azúcar y no estimulan el sistema de recompensa con la misma intensidad.

¿Son inocuos? No. Pueden alterar la sensación de saciedad, la preferencia por sabores dulces e incluso se cree que pueden alterar la microbiota intestinal. En resumen, si hay que elegir, mejor sacarina, pero lo ideal es no usar ningún tipo de edulcorante y disfrutar del sabor auténtico de los alimentos.

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