Copilotos digitales, análisis predictivo: así está cambiando la seguridad vial para reducir los siniestros en carretera

En el marco de la Semana Mundial de la Seguridad Vial de las Naciones Unidas, la empresa española Next Mobility, especializada en soluciones inteligentes para la movilidad conectada, se suma al llamamiento global para reducir la siniestralidad con un mensaje claro: la tecnología ya permite prevenir miles de accidentes antes de que se produzcan.

En España, pese a cierta mejora en las cifras globales, los datos siguen evidenciando la necesidad de actuar acerca de la seguridad vial. Solo durante la pasada Semana Santa, la DGT registró 26 personas fallecidas en 25 siniestros de tráfico en un periodo que concentró más de 16,7 millones de desplazamientos. Desde que existen registros oficiales (1993), el total acumulado de víctimas mortales en Semana Santa asciende a 2.950 personas, con más de 13.000 hospitalizadas. 

Soluciones desde España para mejorar la seguridad vial

Desde nuestro país se trabaja en desarrollar, impulsar e implementar soluciones basadas en análisis predictivo y movilidad conectada en nuestras infraestructuras. Es el caso de la compañía madrileña Next Mobility, especializada en soluciones inteligentes para la movilidad conectada y que propone un nuevo modelo de seguridad vial basado en inteligencia artificial, personalización y automatización aplicada al comportamiento del conductor. 

Por ejemplo, la compañía ha desarrollado una plataforma que actúa como copiloto predictivo. A través de sensores, conectividad IoT e inteligencia artificial, analiza el estado del conductor y las condiciones de la ruta en tiempo real para anticipar posibles riesgos. Si detecta signos de fatiga, cambios bruscos de velocidad, rutas peligrosas o comportamiento errático, emite alertas inmediatas que permiten reaccionar antes de que el peligro se materialice. 

El 71% de las compañías identifica la seguridad como su principal reto operativo

Según la guía Tendencias en la Movilidad Inteligente para 2025 de Next Mobility, la seguridad vial se mantiene como un reto prioritario: el 71% de las empresas la señala como su mayor preocupación operativa.

Las flotas empresariales que ya han integrado sus tecnologías avanzadas de gestión han logrado resultados tangibles en eficiencia, sostenibilidad y seguridad. En entornos urbanos y operativos, estas soluciones han permitido reducir los accidentes hasta en un 25%, mejorar la seguridad del conductor en un 33% y disminuir los costes de seguros en un 12%, gracias al monitoreo del comportamiento al volante y a las alertas en tiempo real.

En el ámbito de la eficiencia operativa, la implementación de sistemas inteligentes ha generado un ahorro medio del 24% en combustible, una reducción del 19% en accidentes y un 16% menos en costes de mantenimiento. Además, la optimización de rutas y el mantenimiento predictivo han contribuido a reducir los tiempos de entrega hasta en un 20%, lo que mejora significativamente la rentabilidad logística.

Desde la perspectiva medioambiental, las empresas que han adoptado tecnologías de gestión de flotas han conseguido reducir sus emisiones de CO₂ en un 25%. Algunas, como las que operan en sectores de reparto urbano, han logrado recortar su huella de carbono en hasta un 18% y obtener acceso preferencial a Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Estas herramientas no solo permiten una planificación más sostenible de rutas, sino que también ayudan a cumplir con normativas ESG y certificaciones ambientales.

La compañía también ofrece la gestión y monetización de Certificados de Ahorro Energético, lo que permite a las empresas obtener hasta 100 euros por vehículo al año, incentivando la eficiencia energética y convirtiéndola en una fuente adicional de rentabilidad.

Por otro lado, y de acuerdo con el Fleet Trends Report de Movildata, las empresas de sectores como la construcción, el transporte de mercancías y los servicios de asistencia han alcanzado reducciones de costes de hasta el 24%, incrementos en productividad de hasta el 71% y disminuciones en emisiones de CO₂ de hasta el 33%, según el sector.