Plataformas sin anuncios: hasta un 50% más caras

Las plataformas de streaming prometían librarte de los molestos anuncios ¿verdad? Pero eso era antes, porque en los últimos meses todas se están apuntando a la tendencia que inició Netflix con sus nuevas tarifas: si no quieres anuncios, tienes que pagar más, hasta un 50% más en algunos casos. Los contenidos bajo demanda pierden calidad y son más caros, pero siguen teniendo su público.

Hace unos años, parecía que Netflix, el gigante del streaming, entraba en una decadencia que amenazaba incluso su supervivencia. Pero ahora ha "resucitado" y saca pecho como líder de las plataformas dedicadas al contenido bajo demanda. Sus estrategias comerciales, que en algún momento parecieron un tiro en el pie, son imitadas por sus competidores: subidas de precios, persecución de las cuentas compartidas, recortes en contenidos o la incorporación de publicidad en las reproducciones. Con todo ello, el streaming pierde calidad y aumenta sus precios, pero muchos usuarios permanecen fieles a pesar de los recortes.

El beneficio neto de Netflix aumenta un 23,9% en el primer trimestre de 2025

Pagar más o ver anuncios

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) inciden en que las plataformas nos plantean una especie de chantaje: o ves anuncios (los anunciantes pagan por insertarlos) o pagas por no verlos (en este caso pagas tú), pero el caso es que sus buenos ingresos quedan garantizados.

La OCU ha analizado el coste de los planes mensuales de suscripción de las principales plataformas de streaming en la versión con publicidad y la siguiente opción más económica para disfrutar de todo el contenido sin anuncios.

Netflix es la que presenta un mayor ahorro en la versión con anuncios o, dicho de otra forma, la que más recarga por dejar de verlos. En el extremo contrario está Amazon Prime Video, con menos ahorro, y también con el coste más económico en la versión sin anuncios.

Netflix fue la primera

Allá por 2015, una novedosa Netflix ofrecía su plan básico de suscripción a un coste anual de 95,88 euros, precio que mantuvo hasta 2023. En ese momento, la plataforma decidió incorporar anuncios en su contenidos, lo que supuso una bajada de precio: su tarifa más barata tenía entonces un coste anual de 65,88 euros.

En 2025, su plan más barato con publicidad tiene un coste anual de 83,88 euros, muy cercano a lo que se pagaba por el plan básico sin publicidad que ofrecía hace unos años. En términos porcentuales, supone solo un abaratamiento del 12,52% respecto a la que fue su tarifa original y es a costa de incorporar anuncios y con la imposibilidad de compartir cuentas entre varios hogares. En pago mensual, si deseas prescindir de los anuncios, la opción más barata es el plan estándar sin anuncios, con un coste mensual de 13,99 euros. Esto supone pagar 7 euros más que el mismo plan con anuncios, un 50,04% más.

Pero lo que supone un incremento de precio desproporcionado es el plan premium de la compañía, un 66,72% más caro hoy que en 2015, cuando la suscripción premium costaba 11,99 euros mensuales, un gasto anual de 143,88. En 2025, esa misma suscripción tiene un coste de 239,88 euros al año.

Y las demás han copiado su estrategia

Con esa estrategia, Netflix ha sido la pionera, pero las restantes plataformas la han copiado y parece que de momento sin que se haya resentido mucho su base de usuarios. Es una tendencia similar a la que se observa en muchas páginas web de información y contenidos, que dan a elegir entre aceptar todas las cookies o pagar, ya sea una suscripción o por la visualización de un contenido concreto.

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