El papel de aluminio, en el punto de mira: esta es la mejor opción para conservar alimentos

El papel de aluminio, también llamado papel Albal por designación metonímica, lleva en los hogares prácticamente toda la vida. Hasta la aparición del film transparente y los utensilios de silicona, más seguros para ser usado por niños, era habitual ver los almuerzos y las meriendas envueltos en este papel de color metalizado. Sin embargo, recientemente se ha demostrado que no es la opción más saludable.

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Los expertos advierten que el papel de aluminio no es la opción más segura ni eficaz para conservar alimentos. Al no ser hermético, permite la proliferación de bacterias, siendo un riesgo para la salud, especialmente la de los niños. Lo ideal es no permitir que un alimento no permanezca muchas horas fuera del refrigerador, y en el caso de los bocadillos de los escolares, están mucho tiempo a temperatura ambiente hasta que pueden comerlos.

Una alternativa más segura que el papel de aluminio, que además no protege contra la contaminación cruzada, son los envases con cierre hermético. Los envases de plástico, y sobre todo los de vidrio, ofrecen mayor seguridad y permiten que los alimentos estén frescos más tiempo.

Usos del papel de aluminio que no conocías

Pero esto no significa que el papel de aluminio no sea un producto útil que considerar en la cocina. Aparte de su uso para envolver alimentos, resulta muy práctico para afilar tijeras. Basta con plegar varias veces una hoja de papel de aluminio y cortarla con unas tijeras desgastadas para recuperar su filo.

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Puede que el papel Albal no sea la mejor opción para conservar alimentos, pero este y otros trucos de limpieza avalan su presencia en las cocinas. Utilízalo para afilar tijeras, limpiar cubiertos de acero inoxidable y hasta para optimizar el calor de los radiadores.