El secreto japonés para ganar espacio extra en las maletas

Viajar es una de las actividades favoritas para muchos: en compañía de la familia, de los amigos o solos, salir de nuestra rutina y visitar nuevos espacios es siempre algo positivo. Hay quienes prefieren la playa: tumbarse durante horas bajo el sol mientras se escucha el sonido de las olas. Otros, en cambio, son más de hacer rutas por la montaña, donde se encuentran con paisajes espectaculares y el aire más puro.

Otras personas prefieren visitar ciudades: perderse por sus calles, recorrer museos o teatros o descubrir las mejores cafeterías y restaurantes. También están los que hacen un 'mix' de todo esto y vistan ciudades a la par que pasan tiempo en la playa o suben montañas.

En cualquier caso, seas el tipo de viajero que seas, seguro que hay un problema con el que te enfrentas cada vez que sales de tu casa y te diriges a un nuevo destino durante varios días: la falta de espacio en la maleta.

Uno de los mayores culpables de este problema son los zapatos. Dependiendo de la cantidad de pares que lleves y del tamaño de tu calzado, pueden convertirse en los ocupantes más molestos de tu maleta. Además, todos caemos en los famosos 'porsiacasos': "Me llevaré esto por si hace frío", "por si llueve", "por si hace calor"... Al final, la maleta se llena rápidamente y no queda espacio para nada más. Pero, ¿y si te dijera que tus zapatos pueden ser la clave para aprovechar mejor el espacio y hacer que tus 'porsiacasos' entren sin problema?

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El secreto para maximizar el espacio en la maleta es japonés y está en utilizar el espacio interior de tus zapatos. Aunque no lo creas, tus zapatillas deportivas, botas o cualquier otro calzado que tenga una cavidad donde normalmente metes el pie, pueden servirte para guardar pequeños objetos y ganar ese extra de espacio que tanto necesitas. Aunque las chanclas quedan descartadas por su diseño, cualquier zapato con forma interna es ideal para este truco.

¿Qué puedes guardar en tus zapatos?

Aunque no caben objetos muy grandes (a menos que uses zapatos de talla extra grande), hay muchas cosas pequeñas que puedes guardar dentro de tus zapatos sin dificultad. Aquí van algunas ideas:

Frascos pequeños: ideales para botellas de gel, champú, colonia o protector solar.

●       Prendas finas: como calcetines, ropa interior o pañuelos bien doblados.

●       Accesorios: gafas de sol, pendientes, anillos o pequeños collares.

●       Productos de belleza: mini neceseres con maquillaje o productos de cuidado de la piel.

Este truco no solo ayuda a aprovechar el espacio, sino que también evita que esos pequeños objetos queden sueltos dentro de la maleta y terminen desordenando todo el contenido. Además, puedes proteger cosas frágiles, como frascos de vidrio, envolviéndolos en calcetines o metiéndolos dentro de las botas, donde estarán más resguardados.

Eso sí, un punto importante que no puedes olvidar es asegurarte de que el calzado esté limpio antes de aplicar este truco. Nadie quiere llegar a su destino y encontrarse con que sus cosas huelen a pies o están llenas de polvo. Así que antes de colocar tus objetos en los zapatos, asegúrate de que estén perfectamente limpios y desinfectados.

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