Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Cuchara de sal en la escoba: el secreto de los expertos en limpieza para decir adiós al cubo y la fregona

Un sencillo truco con el que conseguirás el mejor resultado posible

Cepillo o escoba junto a un recogedor en una imagen de archivo.

Cepillo o escoba junto a un recogedor en una imagen de archivo. / Foto de Cottonbro Studio

Manuel Riu

Cada vez parece más sencillo solucionar pequeños problemas o limpiar las zonas de más difícil acceso. En muchas ocasiones no será ni necesario hacerse con productos de limpieza específicos; bastará con algunos elementos que podrás encontrar por la cocina.

Si piensas en algunos de estos clásicos, los primeros que te podrán venir a la mente son el vinagre y el bicarbonato, ya que su uso simultáneo es ampliamente recomendado para acabar con manchas en distintos tejidos, calzado. Eso sí, estos dos elementos no son los únicos que pueden tener su lugar en el cuidado del hogar si le echas imaginación. Hay otros trucos desconocidos a los que no tanta gente recurre y que, sin embargo, prometen ser efectivos. En este caso necesitarás echar mano del frasco de sal. Esta no es tan habitual para la limpieza, pero ahora podrás encontrarle una nueva función. Si cuentas con una escoba vieja a la que se le han separado las cerdas en el cepillo puedes acudir a ella para devolverla a su estado inicial. Además, este consejo también ayudará a limpiar los restos de suciedad. Es recomendable que eches mano del método antes de que la escoba empiece a deteriorarse de más y que lo lleves a cabo cada varias semanas.li

Lo que debes hacer en primer lugar es llenar un cubo con agua lo más caliente posible. Después, añádele una media taza de sal e introduce la escoba dentro del cubo. Una vez dentro, haz pequeños movimientos para que la sal se impregne y la suciedad se despegue. Sin sacar la escoba, déjala reposar por un mínimo de treinta minutos y después ponla a secar para conseguir el mejor resultado posible. Verás que las cerdas han recuperado su aspecto rígido

Cepillo o escoba de mano.

Cepillo o escoba de mano. / Foto de Jan Kopřiva

Cuchara de sal en el lavabo

Para reforzar los efectos desinfectantes de la sal, puedes preparar una mezcla casera que además perfuma el ambiente. Solo necesitas tres sencillos ingredientes: sal fina, bicarbonato de sodio y aceite esencial. La combinación de sal y bicarbonato de sodio actúa como un potente agente limpiador, eliminando los residuos y los malos olores. También puede añadir unas gotas de su aceite esencial favorito. Así conseguirás que el baño conserve un aroma fresco. En primer lugar, vierta media taza de sal en el inodoro y, a continuación, añada una cucharada de bicarbonato sódico. Por último, añade unas gotas de aceite esencial directamente al agua del inodoro. Esta mezcla debe dejarse toda la noche para maximizar su efecto. La sal y el bicarbonato de sodio atacan a los gérmenes. El aceite esencial, por su parte, desprende un agradable aroma que dura hasta la mañana siguiente.

Una cosa es segura: elegir sal como producto de limpieza no sólo es eficaz, sino que también es una opción sostenible y económica, especialmente porque es una solución ideal para sus inodoros. Y es una solución ideal para sus inodoros, ya que significa que puede dejar de usar productos químicos que pueden tener un impacto negativo en su salud, la de su familia, y la de sus mascotas también, sobre todo porque los productos químicos también tienen un impacto terrible en el medio ambiente. Además, la sal es accesible y asequible para todos. Por eso puedes utilizar esta mezcla a diario para deshacerte de los retretes sucios.

Tracking Pixel Contents