Tres pequeños trucos para que el calor de la calefacción no se escape de casa

Ya ha llegado la bajada generalizada de las temperaturas y ya son muchos quienes tienen puesta la calefacción en sus hogares, sobre todo, en las zonas más frías.

Sin embargo, año tras año, los ciudadanos tratan de buscar formas de ahorrar en calefacción para no llevarse desagradables sorpresas cuando llegan las facturas. Más aún cuando los precios de la luz o del gasoil están en todo lo alto.

Es por eso que, en este artículo, te presentamos diferentes trucos para que consigas mantener tu casa caliente sin necesidad de tener que desembolsar una cantidad ingente de dinero.

Calefactores

Puede parecer muy evidente, pero utilizar calefactores -especialmente de bajo consumo-, solo en las zonas necesarias, puede hacer que ahorremos una buena suma de dinero. El baño, por ejemplo, es una parte de la casa que utilizamos en momentos muy concretos. Tener, por tanto, un radiador encendido todo el día en dicho espacio puede resultar un gasto innecesario.

Un calefactor, en su lugar, que solo se encienda los minutos que pasamos en el baño puede resultar mucho más económico. En un par de minutos tendrás la temperatura adecuada para no pasar frío.

Y, lo mismo se puede aplicar a otras estancias de la casa. Quienes trabajen en su casa o estén mucho tiempo en un área determinada, como la cocina o el salón, pueden llevar consigo un calefactor que les haga sentirse a gusto sin necesidad de estar calentando el resto del hogar.

Nuevos (y viejos) trucos para ahorrar en la factura por tu calefacción

Aislante térmico reflexivo

Quizá este truco sea algo más desconocido, pero su eficacia está garantizada. Solo necesitarás comprar un rollo de aislante térmico, que podrás encontrar en cualquier tienda de bricolaje, y seguir los siguientes pasos:

1. Mide el radiador en el que lo vayas a poner y corta un trozo de rollo del mismo tamaño.
2. Pon cinta de doble cara en las cuatro esquinas del trozo cortado.
3. Introdúcelo por detrás del radiador y déjalo pegado a la pared.

¡Ya lo tienes! Este simple truco refleja más del 96% del calor emitido por el radiador, con lo que el ahorro en la factura está garantizado.

Burletes

Otra opción muy barata y sencilla es la instalación de burletes debajo de las puertas. Para quien no lo sepa, un burlete es una cinta de silicona, caucho o espuma que se adhiere a las puertas o ventanas para evitar que pase el aire.

Instalar burletes debajo de las puertas o en las ventanas de tu hogar puede hacer que reduzcas, de forma considerable, tu factura de la calefacción. Y es que por esas pequeñas rendijas puede escaparse mucho calor.

Es más, el uso de estas cintas te ayudará a mantener tu casa más limpia, pues evitarás que pase suciedad, además de pequeños bichos.