El truco de los tres días en los hoteles

Cuando acudimos al buffet libre, solemos intentar aprovechar al máximo e intentar probar todo lo que nos ofrece

El truco de los tres días en los hoteles: apréndelo para tu próxima reserva

Paula Ordóñez

Los hoteles siguen siendo una de las opciones más cómodas para los viajeros. Además de la situación y el servicio, comer y cenar en estos recintos suele ahorrar dinero a los turistas. Los hoteles suelen ofrecer servicios de buffet libre, y a pesar de lo que puedan pensar algunos, no pierden dinero con este tipo de negocio.

Cuando acudimos al buffet libre, solemos intentar aprovechar al máximo e intentar probar todo lo que nos ofrece. Sin embargo, los hoteles conocen la estrategia idónea para "engañar" al apetito del huésped. Colocan los platos más baratos en primera fila, de forma que son observados antes y suelen ser las primeras opciones. Además, suelen servirse en platos más pequeños, dando la sensación de que tienen más cantidad.

Por otro lado, los alimentos más preciados como la trufa o el foie se encuentran en lugares fuera del campo de visión del huésped, y en una zona más avanzada para que cuando llegues, tengas la bandeja llena.

Otra de las ventajas de los buffet libre que hacen ahorrar a los hoteles es el autoservicio, puesto que ahorran más dinero en los sueldos que evitan que en generar la comida.

Según indica Pere Navalles, director del Máster de Neuromarketing de la UAB, un buffet libre es "una llamada a nuestro cerebro más primigenio, el cerebro límbico, que sabe que la alimentación es una de nuestras principales necesidades". Está demostrado que, al tercer día, el cliente se relaja y come y bebe menos, puesto que el cuerpo no está acostumbrado a este ritmo.