El sencillo truco del boli para que no te dejes las uñas al meter una llave en el llavero

¿Cuántas veces te has roto o despegado una uña al intentar meter una llave en un llavero? A la mayoría nos ha ocurrido alguna vez. Tratas de separar las dos anillas metálicas para introducir la llave en el manojo y al final lo que acabas separando es la uña de la carne de la piel, con el dolor incómodo que eso conlleva durante unos cuantos días.

Sin embargo, hay varios trucos para que esta sencilla acción resulte mucho más sencilla. Y uno de ellos es el del boli. Para ello solo necesitarás un bolígrafo de tipo BIC de toda la vida que seguro que tienes por casa o por la oficina. Da igual el color. Lo abriremos por detrás y sacaremos el tubo de tinta, hecho de plástico blandito. Una vez extraído, cortaremos un pequeño segmento del tubo. Ya tenemos el secreto del truco del boli.

Ahora, introduciremos parte del tubo cortado en una de las dos anillas y la otra parte quedará fuera. Por ahí introduciremos la llave, la cual resbalará por el plástico del tubo y se introducirá sin problema en el llavero. Ya podemos retirar el tubo y utilizar nuestro llavero.

Truco similar al del anillo

Como puedes comprobar, es un truco muy similar al empleado en aquellas ocasiones en las que un anillo se nos queda atascado en un dedo y no sabemos cómo sacarlo sin amputarnos el dedo. El secreto, al menos, es el mismo: hacer resbalar la llave o el anillo por una superficie más adecuada.