Ya sea en un momento o en otro, todos nos hemos despertado con alguna vez con una mirada cansada, enmarcada por unos círculos oscuros que nos hacían parecer más mayores. Hay quienes tienen la suerte de encontrarse esas zonas oscuras muy de vez en cuando; en cambio, para otros son casi eternas compañeras. Pero, ¿por qué las ojeras afectan más a unas personas que a otras? Pues los motivos pueden ser muy variados, hay algunos que tienen difícil solución como la predisposición genética, nuestra raza o el envejecimiento. No obstante, también hay otros que sí se pueden evitar y prevenir como la falta de sueño, el estrés o la alimentación.

Sin embargo, más allá de la genética y el envejecimiento, otros factores influyen en la aparición de ojeras, como el cansancio, la excesiva exposición solar, irritación en los ojos, una dieta pobre en nutrientes... Sea cual sea el motivo por el que aparecen las ojeras, hay diversos trucos o pautas que se pueden seguir para prevenirlas. Los expertos de Nivea nos explican que, incluso en los casos en los que se deben a motivos genéticos, estos consejos son útiles para que no se acentúen:

1. Usar gafas de sol con filtro UV. Para evitar los daños del sol, es indispensable resguardar los tanto los ojos como la piel de su contorno de las radiaciones ultravioletas con gafas que tengan filtros UV de calidad, es decir, que protejan frente a los rayos UVA y UVB.

2. Dormir bien y lo suficiente. Lo ideal es que los adultos duerman entre 7 y 9 horas diarias. Para ello, es fundamental tener en cuenta estos consejos:

- Tratar de irse a dormir siempre a la misma hora y despertar también a la misma hora. La rutina ayuda a regular los ritmos internos de nuestro cuerpo.

- No utilizar el móvil antes de dormir. La luz azul que emiten estos aparatos inhibe la secreción de melatonina, que es la hormona que favorece que se concilie el sueño.

- No realizar actividades estresantes antes de dormir. Por ejemplo, ver películas que produzcan alteración de nuestro sistema nervioso no ayudan a relajarse para conciliar el sueño.

- Realizar ejercicio diariamente. Reduce en los adultos a la mitad la cantidad de tiempo necesario para conciliar el sueño.

- Utilizar almohadas y colchones adecuados. No usar los correctos puede provocarnos dolores cervicales, de hombros y espalda.

- Cuidar nuestro dormitorio. Debemos procurar minimizar el ruido externo, las luces artificiales de dispositivos, televisión, móviles.... También es importante tener una temperatura adecuada de entre 18 a 20°.

- Darse una ducha o un baño relajante. Hacerlo hora y media antes de acostarse pueden ayudar a relajarse y mejorar la calidad del sueño.

- Utilizar fragancias relajantes como la lavanda, bien rociándola en la almohada, o utilizando un difusor en la habitación. También es conveniente aplicarnos una loción corporal con este tipo de fragancias que ayudan a alcanzar esos estados de relax necesarios para conciliar el sueño.

- No hacer cenas copiosas. Las cenas muy abundantes y tardías contribuyen a dormir peor. También hay que evitar ciertos alimentos como los cítricos y las comidas muy grasientas o picantes, que no son para nada recomendables antes de irse a dormir.

3. Llevar una dieta sana y equilibrada. Una alimentación que contenga frutas y verduras de forma habitual es imprescindible para tener una piel sana. No obstante, para evitar las ojeras es necesario mantener unos niveles adecuados de vitamina C (presente en el kiwi, el brócoli, el pimiento rojo, las fresas, la naranja...) y vitamina K (se puede encontrar en la lechuga, la col, las espinacas, el brócoli...). También es necesario el zinc (está presente en el hígado, las almejas o la carne roja) y el hierro (puedes encontrarlo en las carnes rojas, los mariscos, el hígado y los frutos secos).

4. Hidratarse correctamente. Es necesario mantener una adecuada hidratación para la correcta circulación de la sangre y el buen funcionamiento del organismo. Si hay algún problema con la circulación, se reflejará en los vasos sanguíneos. Para evitar la deshidratación, hay que beber agua antes de sentir sed, lo recomendable es dos litros al día, incluso en invierno. También pueden reponerse líquidos con otro tipo de bebidas, como tés o zumos naturales. Pero es muy importante no beber grandes cantidades de líquidos antes de acostarse.

5. Utilizar un contorno de ojos. Hay que prestar atención a la zona que rodea los ojos, ya que es especialmente sensible y no sirve cualquier tipo de producto. Para ella existe un producto específico: el contorno de ojos, no solo por tener fórmulas especialmente desarrolladas para tratar esta delicada zona, sino porque, además de someterse a las pruebas dermatológicas que pasan los productos cosméticos, también deben de pasar pruebas oftalmológicas para evitar la irritación de los ojos. Para una persona con ojeras los mejores serán aquellos que, además de hidratar, favorezcan la oxigenación y traten la pigmentación irregular.

A la hora de aplicar el producto, no hay que frotar, estirar ni presionar la piel. Debe usarse una pequeña cantidad (del tamaño de un grano de arroz), aplicándose con ligeros toquecitos alrededor del contorno de los ojos para favorecer su absorción.

6. Utilizar un corrector si las ojeras no se van. En los casos en los que el hundimiento bajo los ojos no se deba a ninguno de los factores reversibles que hemos comentado, queda un aliado: el corrector. Estos productos están especialmente diseñados para camuflar el área oscura de debajo de los ojos. Los hay de alta cobertura, que permiten tapar totalmente la tonalidad más oscura, y otros más ligeros y naturales, solo para crear efectos de luminosidad y despertar un poco la mirada.

Si las ojeras son muy oscuras, se potenciará el efecto del corrector si previamente se aplica un precorrector. Estos productos tienen un color anaranjado, pensado para anular el color violáceo o azulado de las ojeras. Después, al aplicar el corrector, se multiplica la cobertura.