Si hay algo que realmente se ha echado de menos esta primavera ha sido el mar. Su proximidad, olor, capacidad de serenar los amigos y múltiples posibilidades de diversión. Con la llegada del verano, la costa daurada se convierte en el lugar ideal para resarcirse gracias a sus 80 kilómetros de extensión, con playas inmensas, todo tipo de servicios para las familias, calitas escondidas, localidades con sabor marinero... El litoral de Tarragona ofrece así todas las facilidades para entregarse tanto al deporte y turismo activo como al descanso y los paseos frente al mediterráneo.

'Hobie Cat' en Cambrils

Los catamaranes son unos auténticos Fórmula 1 del mar. Sus velas de colores se ven ondeando por los 9 kilómetros de playas de este enclave tan turístico y familiar, consagrado, además, con sus restaurantes de primera, como la capital gastronómica de la Costa Daurada. Si varias veces al día un catamarán de los grandes une la localidad con la vecina Salou llevando a bordo a quienes deciden ir a echar en ella el día, los juguetones hobie cat resultan ideales para iniciarse en la vela ligera. No hace falta licencia alguna, y sí mucha energía para aprender a dominar los vientos. A través de la Estació Nàutica Costa Daurada es posible reservar desde unas horas en las que probar la experiencia hasta un curso con monitor en el que acabar planeando como un campeón sobre las olas. También, entre su oferta, salidas en kayak o paddle surf, windsurf, kitesurf, parasailing o flyboard, jet ski, bautizos de submarinismo, jornadas de pesca, alquiler de embarcaciones y muchas otras diversiones para todas las edades no necesariamente acuáticas. Pero como en verano la que manda es la playa, Cambrils hace acopio de unas cuantas, todas con un mar sosegado y poca profundidad cerca de la arena. Y para seguir divirtiéndose en familia, más de 20 kilómetros de carriles bici. estacionautica.com

La cueva del Llop Marí

El surf de remo o, lo que es lo mismo, el paddle surf, se ha convertido en los últimos años en el rey de las playas. Desde la del Arenal, en l'Hospitalet de l'Infant, los más valientes parten a lomos de sus tablas hacia el mejor secreto de este pueblo: la cueva del Llop Marí, accesible solo desde el agua y refugio, según la leyenda, de un animal justiciero que amedrentaba a los piratas que durante siglos hicieron de las suyas por estas costas. Desde la base náutica al lado del chiringuito Sol Solet, con un monitor y una embarcación de apoyo por si flaquean las fuerzas, se pone rumbo a esta cavidad al extremo de la playa del Torn, un precioso arenal salvaje cuyas orillas más discretas aprovechan algunos para practicar el nudismo. Pero los fondos de esta localidad se reservan también las sorpresas de las praderas de posidonia, una planta marina -¡que no un alga! - que crece únicamente en lugares donde el agua está muy limpia. Por la playa del Arenal, en la de la Almadrava y Cala Bea, cada verano se crean tres rutas submarinas, con fotos y paneles informativos bajo la superficie. hospitalet-valldellors.cat

Nordic Walking en Calafell

Cuando hace más de 10 años un vecino de Calafell se pasó por el Ayuntamiento para hablarles de las bondades de una actividad tan sencilla pero beneficiosa para la salud como el Nordic Walking, le debieron mirar como a un marciano. La idea sin embargo triunfó, porque hoy los caminantes provistos de unos bastones parecidos a los de esquiar se han convertido en un icono de esta localidad, pionera en toda España de la también llamada marcha nórdica.

Cada sábado y domingo por la mañana de marzo a octubre, además de los miércoles por la tarde en agosto, por el quiosco de la playa de l'Estany se van arremolinando los incondicionales de este deporte que, al parecer, inventaron hace casi un siglo los esquiadores de fondo de Finlandia para seguir entrenando cuando en verano no quedaba nieve. La actividad, organizada por la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Calafell, es gratuita y, además de estar acompañada por un monitor especializado, proporcionan también gratis los bastones a quienes no tengan los suyos. No hace falta llevar más que agua, buen calzado y ganas de pasarlo bien, pues caminar en grupo tiene un fuerte componente social. Debido a las medidas preventivas por el coronavirus, es posible que haya cambios en los horarios, recorridos y número de participantes, así que mejor informarse bien en la oficina de turismo antes de acurdir a la cita. turisme.calafell.cat

Camino de Ronda de Salou

Antaño eran los pescadores quienes se servían de los caminos de ronda que bordeaban el litoral, y mucho más atrás en el tiempo, las patrullas de vecinos que alertaban de los peligros que podían llegar del mar. Como los piratas berberiscos que a la mínima asaltaban las villas de la Costa Daurada. Salou ha recuperado el suyo, permitiendo recorrer seis kilómetros y medio de su frente marítimo en una preciosa caminata. A tramos junto a la arena y a tramos al filo de los acantilados, el sendero, en buena parte tapizado de pasarelas y puentes de madera, alcanza desde la zona de Pilons hasta el faro de Cap Salou. A su paso, los restos de un antiguo lazareto del XIX o unos búnkers de la Guerra Civil, pero, sobre todo, unas vistas impagables desde el faro o desde playas más aleja- das del bullicio turístico, como Platja Llarga. visitsalou.eu

Las calitas de Mont-Roig

El inmenso arenal de Platja Cristall de Mont-roig del Camp, con sus casi 2 kilómetros de largo por 70 metros de ancho, se reserva en su extremo norte dos escondites: Cala dels Àngels y Cala Pescador. De allí para arriba, un festón de calitas que se suceden una tras otra va mostrando una de las caras más salvajes e intactas del litoral de la Costa Daurada: Cala Bot, Cala Misteri, la del todo virgen Cala del Solitari, Cala de les Sirenes o la más diminuta de todas, Cala dels Vienesos, un triángulo de arena dorada enmarcado entre el azul turquesa del mar y el verdor de los pinares. mont-roigmiami.cat