Los diez mejores restaurantes, las mejores atracciones o aquellos lugares que uno no puede dejar de visitar en un país. Estos son los contenidos que llenan las revistas especializadas de turismo, los blogs de viajeros empedernidos o los grandes documentales. Pero en ocasiones, la manera de encontrar un nuevo destino puede estar en un... ¿videojuego? Así es. En 2017 salía al mercado un juego llamado Fortnite, creado por Epic Games y People Can Fly, que rápidamente se hizo con una legión de jugadores (y seguidores). Un éxito que no ha parado de crecer.

El de Fortnite es un mundo apocalíptico donde los jugadores luchan contra los zombies. Existe también un modo de juego llamado Battle Royale donde además de un grupo de 100 jugadores, gana el que logre sobrevivir, es decir, solo puede quedar uno.

Convertido en todo un e-sport, este videojuego tiene un buen número de guiños a la realidad, de los que se pueden extraer buenas ideas para visitar. Lugares muy interesantes de la vida real que quizá muchas personas no conocen y que puede ser una buena excusa para sacar a los más pequeños (o al niño que cada uno lleva dentro) y planear un viaje fantástico.

Polonia

Fortnite se desarrolla en una Isla. Dicen sus fans que la forma de esa isla tiene gran parecido con el mapa de Polonia. Puede parecer mucha casualidad, pero el hecho es que los desarrolladores de People Can Fly son polacos, y seguramente se trate de un guiño a su país. Polonia es un país fascinante en el que destacan sus dos ciudades principales, ambas llenas de historia y de estilos distintos. Varsovia es la capital del país y también la sede de la empresa de videojuegos. Su centro histórico conocido como Ciudad Vieja se enfrenta a los enormes edificios como el Palacio de la Cultura y de la Ciencia, e invita a pasear por la Ruta Real o el Río Vístula. Mientras Cracovia conserva lugares tan mágicos como la Catedral de Wawel y su dragón, la Puerta Florian o la Lonja de los Paños. Ambos son dos tesoros de una historia reciente del continente europeo.

Estados Unidos

El país de América del Norte está ampliamente representado en el videojuego y se mezcla con lugares inventados como Balsa Botín (si todos los nombres son así de curiosos), un lago de ficción en el que en un tiempo hubo una pequeña isla con una casita. Su aspecto recuerda mucho al de un a isla situada en un archipiélago formado en el río San Lorenzo que separa Canadá de Estados Unidos. Este paraje idílico se llama Thousand Islands.

Además, el videojuego ha evolucionado a lo largo de 9 temporadas que ha desarrollado desde su lanzamiento. Por eso, en la isla de Fortnite cae un meteorito en un lugar llamado Polvorín Polvoriento, que después pasó a llamarse Socavón Soterrado, ante la indignación de algunos jugadores. Lo curioso de este lugar es que tiene cierto parecido al Cráter del Meteorito Barringer, o Meteor Crater, solo que éste está en pleno desierto de Arizona. Se trata de un gigantesco boquete de 1.200 metros de ancho y 180 de profundidad, producido hace 50.000 años aproximadamente.

Sin abandonar los desiertos, los creadores del juego dibujaron una carretera que atraviesa el Oasis Ostentoso y que muy probablemente esté basada en la auténtica Ruta 66, al igual que las gasolineras, con un aire retro de los años 50, o los restaurantes de carretera, al más puro estilo de los auténticos Diner que en él aparecen.

Portugal

Y como en este videojuego todo es posible, a Balsa Botín también llega un cubo alienígena de color morado llamado Kevin, que se termina fundiendo con el agua. Este geométrico personaje finalmente termina por desaparecer no sin dejar una increíble sorpresa: se transforma en un torbellino en mitad del lago. Lo más llamativo de este suceso que puede parecer casi de ciencia ficción, es que existe un lugar en Portugal absolutamente mágico y es Coão do Conchos, situado en una presa llamada Conchos, en la Serra da Estrela. Es una especie de desagüe que genera electricidad gracias al movimiento del agua a través de un tubo de algo más de kilómetro y medio de longitud y más de 4,5 metros de diámetro.

México

Los jugadores más experimentados se han dado cuenta de que las grandes pirámides del país azteca están también representadas. Bajo el nombre de Templo Tomate lo que se intuye de la realidad es el Templo de Kukulkan. Esta pirámide era el edificio principal de la ciudad maya de Chichén Itzá, situada en la Península de Yucatán. La pirámide real tiene al pie de la escalinata dos cabezas de una serpiente emplumada, una deidad mitológica maya, y en el videojuego, es un gran tomate quien culmina el templo. Además, se incluye un lugar llamado Escalones Estivales que tiene una enorme influencia del impresionante conjunto arqueológico de Teotihuacán.

Rapa Nui

Las "cabezas de piedra" del videojuego son un reflejo bastante fiel de los Moais. En este caso no hay que rebuscar mucho para saber que se trata de las más de mil enigmáticas estatuas monolíticas que campan en la vida real a sus anchas por Rapa Nui, también conocida como Isla de Pascua. Todo en esta tierra lejana, que se encuentra en la Polinesia Chilena, está rodeado, no solo de agua, sino también de misterio.

Los fans de los videojuegos pueden descubrir y viajar con su imaginación, más allá de la pantalla, por otros sitios como Escocia, Hawai, o pasean por Vancouver, Londres o el Everest. La realidad supera la ficción, y es fuente de inspiración.