«Los Nueve Secretos», el concurso organizado por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León y que este año llega a su duodécima edición, fueron desvelados ayer con la buena noticia para Zamora de que dos de los nueve premiados han sido centros de la capital. La Escuela de Arte y Superior de Diseño con «La servilleta de Fisac» y el instituto Maestro Haedo con «El otro casco histórico. Modernismo y eclecticismo en Zamora» obtuvieron un primer y segundo premio, respectivamente.

La iglesia de Pumarejo de Tera fue el Bien de Interés Cultural (BIC) de la provincia elegido por el grupo de alumnas de Bachillerato Artístico de la Escuela de Arte para elaborar un proyecto original «para poner en valor un edificio moderno cuya construcción fue casi un milagro», recuerda Ricardo Flecha, uno de los profesores implicados en el proyecto, sobre esta obra de Miguel Fisac. A través de una historia fantástica de la llegada del arquitecto al pueblo zamorano se fomentan «los valores que hicieron posible esta obra de arte, como la solidaridad o el bien común, porque todos los habitantes participaron en su construcción y se intenta dar visibilidad a aquellos edificios que el día de mañana serán patrimonio, porque son tan importantes como cualquier iglesia románica», añade Flecha.

Su compañero, José María García de Acilu, también partícipe del proyecto, destaca el trabajo de campo que realizaron sus alumnas, visitando Pumarejo «y hablando con vecinos que habían participado en la construcción de la iglesia». Una investigación «variada, bonita y original», que tendrá su recompensa con un viaje a Praga.

Por su parte, la arquitectura modernista de la capital fue el BIC elegido por los alumnos de segundo de Bachillerato del Maestro Haedo para elaborar su trabajo, un completo estudio de los más de treinta edificios que existen en la ciudad. «La labor se hizo más sencilla gracias a la ayuda de Florián Ferrero, que nos mostró qué documentos del Archivo Provincial podrían sernos más útiles», agradece el profesor Cándido Ruiz.

Las completas fichas de los edificios, con especial atención a los inmuebles de la plaza Sagasta, con reportaje fotográfico incluido, fueron hilados a través de una historia ficticia de un catalán que emigra a Zamora y se interesa por esta arquitectura, tan habitual en su tierra. Es por ello que el jurado del concurso coincidió en otorgar a este grupo de cinco alumnos un segundo premio «por narrar de un modo novelado una tipología de monumentos poco habitual». Una original idea cuyo premio se traducirá en una ruta cultural por las provincias de Burgos y Palencia.

El mérito de ambos grupos es aún mayor si se tiene en cuenta que en esta edición se ha superado el número de participantes, más de cuatrocientas personas repartidas en 45 equipos de todo Castilla y León. Será mañana viernes cuando la fundación presente en la Sala Camino de Santiago de AR&PA los trabajos premiados, estos «nueve secretos» como proyecto de innovación educativa.