Terry Jones ha hecho hasta ahora oídos sordos a los llamamientos que se le han hecho desde todos los credos y todas las instituciones. A él la condena internacional le trae sin cuidado. En declaraciones a la cadena de televisión CBS, Jones dijo que con la quema del Corán quiere que los extremistas musulmanes que impulsan la sharia (ley islámica) sepan que «si están en Estados Unidos, necesitan respetar, honrar y obedecer nuestra Constitución y no imponernos su agenda lentamente».

«Definitivamente el islamismo radical es un enemigo. También está el asunto de cómo, según creo, algunas veces no nos damos cuenta de que este elemento radical del Islam está más arraigado en la comunidad musulmana de lo que verdaderamente queremos admitir», recalcó Jones, al insistir en que su táctica es «muy necesaria».