Sevilla.- El Príncipe Felipe pilotó ayer por primera vez un avión cazabombardero Eurofighter en la base de Morón de la Frontera (Sevilla), tras lo cual aseguró a los periodistas que el aparato «es la máquina perfecta» y muy distinta a cualquier otra aeronave que ha tripulado.

«Estamos realmente en vanguardia», subrayó el Príncipe después de un vuelo de 45 minutos por el Golfo de Cádiz que completó en compañía del comandante Manuel de la Chica, compañero suyo de promoción en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia), informa Efe.

El Eurofighter, considerado por el Ministerio de Defensa como el avión de combate más moderno del Ejército del Aire, es, según el Príncipe, distinto a cualquier otro por «tecnología, capacidad, maniobrabilidad e incluso por la facilidad de vuelo»

Aún vestido con la equipación de vuelo, el Príncipe no pudo ocultar su satisfacción por pilotar un Eurofighter, un tipo de avión en cuya construcción participa España con un 14 por ciento junto al Reino Unido, Alemania e Italia, y de los que hay veinte en la base de Morón.

Así, el heredero al trono resaltó «la sensación de potencia» del avión, que puede alcanzar una velocidad de casi 2.500 kilómetros a la hora, y «la complejidad tecnológica de todos los equipos», que suponen «un salto cualitativo».

El Eurofighter tiene 16 metros de longitud y once de envergadura, y en la cola lleva el lema del Ala 11, con base en Morón: «Suerte, vista y al toro», animal que también está dibujado encima del lema.

España tiene en la actualidad 20 aviones cazabombarderos de este tipo, aunque hizo un pedido de 87 unidades que se irán incorporando paulatinamente, según explicaron mandos de la base andaluza, en la que trabajan 3.000 personas.

En su experiencia, el avión del Príncipe estuvo acompañado de otro cazabombardero pilotado por el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general del Aire Francisco José García de la Vega, y por el Jefe del Ala 11 y de la base de Morón, el coronel León Antonio Machés.

Antes de volar, el Príncipe probó un simulador de vuelo de la base de uso conjunto hispano-norteamericano y visitó un avión P-3, de los que hay siete en Morón y que tiene encomendadas misiones de lucha antisubmarina y antisuperficie, vigilancia marítima, minado así como vigilancia de narcotráfico e inmigración ilegal. La visita a la base andaluza concluyó con la firma por parte del Príncipe en el libro de honor del recinto militar.