Reaparece el alcalde de Zamora en primera línea de fuego, tras unos días en la sombra propiciados por los problemas habidos en el comienzo de las obras de Santa Clara, por el sondeo electoral ése que le han colado de sobaquillo, por la presentación de los presupuestos municipales menos inversores del decenio y por el anuncio de retirada parcial de Angel Macías. No es que ese repliegue de Antonio Vázquez obedezca a una estrategia meditada -aunque es normal que los marrones se los coman los segundos-, sino que la actualidad ha marcado el ritmo de las apariciones públicas de unos y de otros. El caso es que el primer regidor de la capital vuelve al primer plano, y lo hace en positivo. Por un lado, con la presentación del proyecto de Rafael Moneo para hacer del Castillo un museo de arte moderno, que ya era hora, que se ha hecho esperar y que ojalá salga al final tan bonito como en la maqueta. Y por otro, pidiendo, reivindicando, exigiendo, reclamando? nada menos

que ante la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, mala enemiga, correosa, dura, de genio vivo y con un pronto que manda tela, manda narices y manda trillos? Esto es mucho peor que topar con

la Iglesia, amigo Sancho. No le arriendo la ganancia a don Antonio.

Oigan, que sí, que a mí me encanta que el alcalde de mi pueblo sea combativo y pedigüeño, que ponga en apuros al Gobierno de Zapatero y también un poquito al de la Junta, aunque sólo sea por razón de equidad. No siempre tiene que ser Manolo Vidal, quien además no está en la política, quien le cante las cuarenta a los que mandan. Me parece requetebién que Vázquez tome las riendas, la iniciativa y la voz de la ciudad, y aproveche su doble condición de alcalde y padre de la patria para plantear exigencias a quienes tienen más poder que él y también más dinero. Eso no obsta para que yo piense que se ha buscado mal enemigo, que se ha puesto muy alto el listón al elegir una entrevista con doña Magdalena para solemnizar su reentrada en primera línea electoral. Si la ministra de Fomento tardó año y medio en aceptar un encuentro con el presidente regional, don Antonio ya está perdiendo un tiempo precioso para cursar la instancia, contratar a un experto en "lobbys" para acortar los plazos de la audiencia y recurrir a la mediación de los amigos más próximos al Gobierno, que algunos tiene. De otra forma, la reunión con la ministra de las carreteras, de los trenes, de los puertos secos, de las plataformas logísticas y de la "malauva" (si llegara a cuajar y tomando como referencia las calabazas que recibió Herrera), no tendría lugar antes de las elecciones de 2007. Y a lo peor para entonces ya no nos interesa.

Bueno, y ya puestos a pedir, que sea por lo alto, alcalde. No reivindique sólo un tramo de la vía férrea de la Ruta de la Plata, porque a poco que regatee doña Magdalena nos despacha con un par de traviesas. No olvide que, a pesar del temperamento algo bronco, la señora es andaluza y en un descuido es capaz de vendernos la Giralda. No se quede corto en las demandas. Exija la reapertura de la vía de arriba abajo, reclame una nueva circunvalación urbana y tírele un tiento a ver si tiene algo suelto para el nuevo puente sobre el Duero. O para dos. Que no digan que somos pobres en exigencias.