Oh, qué pena. El PP y el PSOE han reñido. ¿Que no es noticia? Me refiero, hombre, en Castilla y León, esta tierra donde nunca pasa nada y donde la política no es el arte de la posible sino el arte de la supervivencia de sus protagonistas, por prescindibles que sean. El portavoz del PP en las Cortes Regionales ha roto con Villalba, que es el ídem del PSOE. Y dice, el primero, que no volverá a negociar con el partido de la oposición sobre la "ansiada" reforma de "nuestro" Estatuto hasta que su líder deje de llamarse Angel Villalba. Oh, qué pena. Nos quedamos sin neo-Estatuto.

Andaba diciendo el del PSOE que lo que había que hacer ahora era redactar uno como el catalán. Con dos, sí señor. No podremos tener tanto dinero como otros, pero a ver quién nos impide aprobar una norma tan larga, prolija y "metomentodo" como la redactada por los catalanes. No seremos tan ricos como ellos, pero podemos permitirnos -un día es un día- un traje tan bonito como el suyo. Tal que si un obrero se presenta una día en la obra con traje, gemelos y corbata.

-¿Adónde vas así, "Yors Cluni"?

-A trabajar. ¿Prohíbe algún convenio que venga vestido como un banquero?

Eso debe de pensar Villalba al proponer para Castilla y León una norma "replicante" de la catalana. Porque por lo demás no sé yo para qué va a querer una comunidad pobre, con casi más cotizantes pasivos que activos, un sistema que prima a los segundos. El caso es que al PP la propuesta no le ha hecho gracia, ignoro por qué, siendo ellos como son de natural tan elegantes en la selección de vestimenta. Y han roto las negociaciones. Exigen que la oposición cambie de líder. Así que estoy pensando en escribir a Zapatero: "Querido ZP, ni se te ocurra cambiar a Villalba en las presentes circunstancias. No vaya a ser que el nuevo se nos pase de talante y nos abra un periodo de años con los gobernantes sin hacer otra cosa que debatir el sexo de los ángeles para la inclusión de tan candente punto en un nuevo Estatuto, al modo que los catalanes llevan ya dos años sin tiempo para nada más, ni aunque se les caigan edificios...".

Lo que les pasa a los del PP es que tenían tantas ganas de meterse en nuevas vainas estatutarias como yo. Pero que lo digan, hombre; si los vamos a aplaudir. ¿O es que hay alguien por ahí que de verdad ansíe revisar ese Estatuto de cuya utilidad nunca supimos?

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