Sevilla.- Familiares, vecinos, amigos y flamencos pasaron ayer por el domicilio familiar del cantaor flamenco Antonio Núñez Montoya, "El Chocolate", fallecido en la noche del martes a los 75 años, en un piso humilde del sevillano barrio de la Macarena, para darle el último adiós y acompañar a su viuda, Rosa Montoya Flores.

Entre los familiares que asistieron a la casa del cantaor estuvieron el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya "Farruquito", y su madre, la bailaora Rosario Montoya Manzano, "La Farruca", sobrina del fallecido.

"Farruquito", que está pendiente de sentencia por el atropello mortal de un peatón cuando conducía sin carné y sin seguro, eludió hacer declaraciones a los periodistas. Su madre, "La Farruca", sí dijo que, con la muerte de su tío político, «el flamenco está de luto; porque habrá muchos, pero como él, pocos».

La viuda del cantaor, tocada con un pañuelo negro y enlutada como acostumbran las gitanas, dijo a los periodistas, en la puerta del bloque de pisos donde vive, que su marido «estaba muy malito» pero que su muerte no ha supuesto para ella ningún descanso «sino un purgatorio». Su viuda dijo que, «en el cante puro gitano», no había otro igual «ni como cantaor ni como persona», y recordó los numerosos trofeos que ganó, y los premios Grammy, Ondas y El Giraldillo, además de las Medallas de Andalucía y de Sevilla.

Antonio de la Santísima Trinidad Núñez Montoya, que era su nombre completo, nació en 1931 Jerez de la Frontera (Cádiz).