El colegio Amor de Dios de Toro recuerda a Javier Prieto con una eucaristía de acción de gracias

La capilla del centro, en el que ejercía como profesor, se ha llenado en la tarde de este lunes para honrar la memoria del sacerdote recientemente fallecido

Eucaristía de acción de gracias en el Amor de Dios de Toro, en memoria de Javier Prieto | C. T.

Eucaristía de acción de gracias en el Amor de Dios de Toro, en memoria de Javier Prieto | C. T.

La capilla del colegio Amor de Dios ha acogido en la tarde de este lunes una emotiva eucaristía de acción de gracias en memoria del sacerdote recientemente fallecido y quien fuera profesor del centro Javier Prieto Prieto.

La misa, organizada por la comunidad educativa del centro y presidida por una fotografía de Prieto, en la que aparece con su inseparable sonrisa, ha tenido el objetivo de dar gracias a Dios "por haber puesto en nuestro camino a una persona tan especial" que, como se ha remarcado en varios momentos a lo largo de la eucaristía, a pesar del breve tiempo que el presbítero estuvo en la ciudad y en el colegio, ha dejado una "profunda huella" en los corazones de todos los que lo trataron —alumnos, compañeros, cofradías y feligreses de las parroquias—, así como enseñanzas y una especial transmisión de la fe que, como expresó el párroco Pedro Faúndez, "ojalá den fruto".

Varios de los que fueron sus alumnos y compañeros de profesorado en el centro, han intervenido a lo largo de la eucaristía para recordar no sólo la memoria de Javier Prieto, el "pastor" que había llenado de alegría y entusiasmo los pasillos del centro, sino también esas enseñanzas y ese "amor" que él fue esparciendo entre quienes lo rodearon en su día a día en el colegio y que "no muere porque el amor permanece", dijo Faúndez.

Uno de los momentos más entrañables de la misa fue en el que 13 de los alumnos del centro ofrecieron 13 rosas blancas —una por cada curso del colegio— como símbolo de recuerdo y cariño hacia Prieto. Asimismo, se ofreció en el Altar una pancarta en la que lucía un corazón formado por mensajes cariñosos y "sinceros" que habían "brotado del corazón" de sus alumnos; así como una vela encendida, una estola, símbolo de su breve ministerio sacerdotal, el pan y el vino, que simbolizaban su vida y su entrega "desinteresada".

La eucaristía, a la que han asistido los padres de Javier Prieto, "en un acto de generosidad infinita", finalizó con un vídeo con conmovedores testimonios en la voz de algunos de los que fueron alumnos del sacerdote y profesor, que le dedicaban palabras de cariño, recuerdo y sus mejores deseos, así como con una presentación con diferentes fotografías en las que se veía a Javier Prieto, sonriente junto a sus alumnos, en diferentes momentos en los que ejerció su labor como profesor en el centro toresano, así como oficiando misa, entre otros.

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