Un imponente arcoíris marcó el inicio del último acto del Viernes Santo en Toro. Después de la lluvia, el sol iluminó a última hora de la tarde la Procesión Oficial de Jesús Muerto. Aunque optaron por el recorrido más corto, la Asociación del Santo Sepulcro y la Soledad volvió a sacar a la calle el alma de la Semana Santa toresana con una de las procesiones más solemnes y cargadas de simbolismo del calendario litúrgico: el funeral de Cristo.