Cientos de cofrades de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla desafían la lluvia en Toro

Los congregantes recorren un itinerario más corto que contó con la originalidad de pasar por el Arco del Reloj.

La procesión del Jesús Nazareno y Ánimas de Toro, en dos minutos

David Tesfamical de las Heras

Lucía San José

Noche agitada en Toro con las dudas y temores habituales de los días de Semana Santa con alta probabilidad de lluvia.

Nazarenos que deambulaban por las calles o esperaban a las puertas de Iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina con el móvil en la mano con las últimas noticias.

Jóvenes de fiesta que decidían si aguantar hasta la salida de la procesión o ir a dormir. Posibles asistentes que escuchaban temprano la alarma de sus relojes y no sabían si seguir en la cama o arriesgarse a salir a la calle con la incertidumbre.

¿Habrá procesión? Aún con alguna estrella en el cielo que se dejaba ver entre nubes, otras muchas asomaban a las 7:00 horas por las puertas del templo. Eran las doradas estrellas del manto negro de la Virgen de las Angustias en su Soledad. El sueño se había cumplido. O casi. Porque el recorrido no iba a ser el esperado y hubo recortes y cambios en el itinerario ante la amenaza de precipitaciones. Los once pasos procesionales de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla comenzaron a desfilar uno a uno para dar inicio a una de las citas más esperadas de la Semana Santa toresana: la tradicional procesión del Viernes Santo.

Procesión en Toro.

Procesión en Toro. / Lucía San José

Recorrido más corto

Fue un recorrido más corto, pero muy intenso y con una particularidad que hizo original e histórica la procesión del Viernes Santo 2025: el desfile cruzó por el emblemático Arco del Reloj, lugar en el que cientos de toresanos esperaron para ver esa apreciada estampa. Pese al contratiempo, la emoción no menguó. Desde la iglesia, siguió por la calle de Santa Catalina de Roncesvalles, calle Vicente González Calvo, Concepción, Plaza de Santa Marina, sin dar la habitual vuelta, continuó por calle Corredera, Arco del Reloj, puerta del Mercado, Plaza Mayor, San Lorenzo el Real y Rejadorada para finalizar en el lugar de origen. Las tallas recorrieron las históricas calles de Toro, entre ellas, obras de arte de enorme valor, como la Verónica, del taller de Salzillo, Jesús Nazareno, de Tomás Noguera, o un Ecce-Homo del siglo XVII, que caminaron bajo la mirada de los ya centenares de fieles que acompañaron el cortejo en su breve pero sentido camino.

Procesión en Toro.

Procesión en Toro. / Lucía San José

A las 10:00 horas, las cornetas resonaban en el silencio de las calles y los pasos regresaron solemnemente al templo. En la entrada bailaron al son de la Banda La Lira de Toro, la Banda de Tordesillas y la Asociación Musical Villa de Olmedo. La procesión del Viernes Santo, por segundo año, salió perjudicada por la lluvia. Pero, si algo ha demostrado esta jornada, es que ni el tiempo detiene la devoción centenaria de una ciudad que vive su Semana Santa con pasión y respeto, que se adapta a las circunstancias sin perder nunca la fe.

Procesión en Toro.

Procesión en Toro. / Lucía San José

La Junta administrativa y la Junta rectora optaron por un “recorrido sensato, pensando con la cabeza, no con el corazón”, señaló el presidente, Crístofer Feo Pallín. A las 5:30 horas, se decidió este recorrido, cuando el Servicio de Meteorología informó de la previsión de lluvia a las 12:00 horas, por lo que se consideró que a esa hora no debía haber ya ningún paso en la calle. Tras la procesión, los cofrades fueron a la estación de penitencia en la Colegiata ante Cristo Sacramentado, para después proceder al reparto de molletas de pan y cerrar el día grande de la Pasión unidos y con la mirada puesta en la siguiente celebración de la Semana Santa toresana.

Procesión en Toro.

Procesión en Toro. / Lucía San José

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