Raigambre

Doña Beatriz, una zamorana en el trono de Portugal

Una reina nacida en Toro que fue prometida en matrimonio con tan solo cuatro años y destacó por sus acciones como mediadora para la paz

Representación de una reina medieval.
Imagen creada
con Microsoft Designer.

Representación de una reina medieval. Imagen creada con Microsoft Designer.

Cristina Manías Fraile (*)

Doña Beatriz nació en 1293 en una de las plazas más importantes del reino de León como era la ciudad de Toro. Hija del rey Sancho IV el Bravo y de la admirada María de Molina, vería con la temprana muerte de su padre, cómo su hermano, Fernando IV el Emplazado, accedía al trono. Con solo diez años, Fernando se convirtió en monarca de varios reinos peninsulares como León, Galicia, Toledo, Castilla, o Sevilla. Pero la sucesión no fue fácil porque se produjeron levantamientos de la nobleza en su contra y varios enemigos externos trataban de arrebatarle sus territorios. Uno de ellos era el rey don Dinis de Portugal.

Tras un periodo conflictivo, Fernando IV y don Dinis firmaron en 1297 el Tratado de Alcañices, que supuso un acuerdo de paz y una alianza matrimonial entre ambas coronas, dando lugar a una frontera de más de 1.200 kilómetros que se mantiene hasta hoy día prácticamente intacta. Y en esta alianza tan relevante se decidió el futuro de la infanta doña Beatriz, ya que para garantizar la paz se acordaron dos matrimonios entre ambas familias, siendo ella prometida al infante Afonso de Portugal, heredero del trono luso. Beatriz tenía cuatro años y Afonso seis.

A raíz de este acuerdo matrimonial la separaron de su madre para llevarla a la corte portuguesa, donde se crio conviviendo con la familia real lusa. La boda se celebró en 1309, cuando Beatriz tenía dieciséis años. Según la historiadora Vanda Lisa Lourenço Menino, los reyes portugueses se portaron muy bien con Beatriz. Su suegra la adoraba y le concedieron una serie de bienes que garantizaban su sustento en caso de repudio o de que el marido falleciese de muerte prematura. Recibió en usufructo tierras que rendían anualmente seis mil libras de moneda vieja de Portugal, lo que representaba una elevada cantidad.

Años más tarde su marido y su hijo le concedieron nuevos territorios, así que Beatriz llegó a disponer de numerosas villas, entre otras Évora y Viana do Alentejo, patrimonio que la convirtió en una mujer poderosa. En 1325 falleció don Dinis, convirtiéndose don Afonso y doña Beatriz en reyes de Portugal. La reina cobró especial protagonismo en dos conflictos armados en los que actuó como mediadora para conseguir la paz. Su primera acción conciliadora tuvo lugar en 1336, a raíz de la guerra con el rey Alfonso XI el Justiciero, su sobrino y yerno, que se dedicaba a maltratar y humillar a su mujer, la joven María, hija de Beatriz. Además estaba reteniendo en el castillo de Toro a la prometida del príncipe heredero de Portugal con el objetivo de impedir la boda, mostrándose molesto con su suegro al que acusaba de no ayudarle en la lucha contra los musulmanes.

Representación de una reina medieval.
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Representación de una reina medieval. Imagen creada con Microsoft Designer. / .

Estos conflictos habían llevado a un enfrentamiento bélico entre las dos coronas, por lo que doña Beatriz acudió a Badajoz a entrevistarse con su yerno para intentar llegar a un acuerdo y parar aquella guerra que estaba causando graves daños. Desafortunadamente, no hubo forma de llegar a un acuerdo debido a las grandes exigencias que imponía Alfonso XI para firmar la paz, así que tuvo que regresar a Portugal, suponemos que apenada y con una profunda sensación de fracaso. No obstante, los historiadores portugueses alaban sus esfuerzos conciliadores.

Guerra civil

Años más tarde, el hijo mayor de Beatriz y heredero al trono, don Pedro, mantuvo una relación adúltera con una dama noble de origen gallego, la bella Inés de Castro, de la que se enamoró perdidamente. El rey Afonso IV, el marido de Beatriz, temeroso de que este amor ilícito comprometiera la estabilidad del reino, mandó asesinar a doña Inés. Transido de dolor, el infante organizó una revuelta contra su padre, estallando una guerra civil en Portugal. En este conflicto intervino de nuevo la toresana, que no se daba por vencida, obteniendo esta vez un gran éxito en su labor como mediadora, pues consiguió que padre e hijo alcanzasen un acuerdo en 1355, poniendo fin a la guerra civil en Portugal, evitando que el país se empobreciera y se perdieran más vidas.

Los cronistas portugueses describen a la reina Beatriz como una mujer piadosa, temerosa de Dios, caritativa, que velaba por el bienestar de sus hijos y poseía numerosas virtudes. El historiador Bernardo Vasconcelos e Sousa también la describe como una mujer con capacidad de persuasión y autonomía política, que debía gozar de autoridad reconocida y ser respetada por los que la rodeaban, cualidades necesarias para haber podido actuar como mediadora en estos conflictos.

Felicidad

Se cree que el matrimonio de Afonso y Beatriz debió ser feliz. Tal vez contribuyó a ello el hecho de que se habían criado juntos desde niños, por lo que desarrollarían muy temprano lazos de amistad que más tarde se transformarían en amor. O quizás el rey tuvo un sentido del deber que hizo que se centrara en su mujer e hijos, dejando de lado las aventuras extramatrimoniales que tantos problemas de sucesión causaban. Afonso y Beatriz tuvieron siete hijos, de los cuales cuatro murieron a una edad temprana, lo que sin duda les debió causar un gran sufrimiento.

Los tres supervivientes accedieron al trono de distintos reinos peninsulares, bien por derecho propio o bien por matrimonio. Beatriz falleció en Évora en 1359. Sus restos reposan en la Catedral de Lisboa. Doña Beatriz, la infanta de origen zamorano que reinó en Portugal fue, sin duda, una mujer inteligente que hizo todo lo posible por conseguir el bienestar del reino portugués, apoyando a su marido el rey y tomando la iniciativa cuando fue necesario para conseguir acuerdos de paz, saltándose los estereotipos de la época que dejaban a las reinas (y al resto de mujeres) en roles pasivos y secundarios. La información recogida en este artículo está basada en las investigaciones de la historiadora Vanda Lisa Lourenço Menino para su tesis doctoral "A rainha D. Beatriz e a sua cas (1293-1359)".

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