Cuatro familias de Toro, al límite de la supervivencia por no disponer de electricidad en sus viviendas

Cuatro familias de Toro que residen en uno de los edificios conocidos como "Casas de los maestros" han alzado la voz por las "condiciones infrahumanas" en las que viven, al carecer de un suministro básico como la energía eléctrica y, en consecuencia, de calefacción y agua caliente, aunque tampoco pueden cocinar.

El problema no es nuevo. Los vecinos llevan tiempo conviviendo con esta situación, pero las diez personas que residen en el edificio, entre ellas una mujer embarazada, otras enfermas y varias de edad avanzada, al margen de algunos niños, reclaman una "solución urgente", que pasa por rematar una nueva instalación de contadores individuales para que cada familia pueda abonar su correspondiente factura de luz porque, como aclaran, "no nos negamos a pagar".

La actual situación ha obligado a algunos vecinos a trasladarse a la vivienda de familiares al no poder enchufar estufas o, en casos más extremos como el de una mujer enferma, poder conectarse por la noche a una máquina de oxígeno.

Otras no tienen alternativa, como una vecina que padece una grave enfermedad y que permanece junto a su familia en su casa, en la que la humedad y el frío no garantizan una mínima calidad de vida, condiciones que además están provocando desprendimientos en el edificio.

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Los vecinos precisan que hace ya cinco años la empresa suministradora retiró los contadores tras detectar que "algunos estaban enganchados" a la red eléctrica de baja tensión y que habían incurrido en una situación de "fraude", lo que provocó que "todos nos quedáramos sin luz" y que fueran multados con 6.000 euros, responsabilidad que no esconden y que están saldando con pagos mensuales de la sanción impuesta

El anterior alcalde, Rafael González, como relatan los afectados, atendió en parte su reivindicación y encargó a una empresa que renovara el cableado del edificio, en el que también se adecuó la instalación para dotarlo de contadores individuales, pero no fue rematada lo que impide a los vecinos disponer de energía eléctrica.

A pesar de este avance, la empresa suministradora ha comunicado a los vecinos que la instalación "no está bien hecha", por lo que se han dirigido nuevamente al Ayuntamiento, que está intentando agilizar los trámites para poner fin a una situación que está afectando a las familias a "nivel físico y psicológico".

El actual equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Toro, consciente de la delicada situación de las cuatro familias, mantiene un contacto permanente con la suministradora para subsanar un problema que, como puntualiza, "crearon los propios vecinos" por haber incurrido en un fraude al haberse "enganchado" a la red eléctrica de baja tensión, lo que provocó la retirada de los contadores y que la empresa diera de baja la instalación.

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Además, confirmó que la instalación original debía ser sustituida por otra adaptada a la normativa actual. Esta exigencia propició la apertura de un expediente en el que se reflejaron las "condiciones" que debe cumplir la instalación que, aunque fue renovada a falta de los contadores individuales, no cumplía los requisitos que marca la normativa.

Por este motivo, ha sido necesario abrir un nuevo expediente, para el que el Ayuntamiento solicita celeridad con el fin de, "por humanidad", solucionar el problema y poder restablecer a corto plazo el suministro de energía eléctrica en las viviendas en las que residen las cuatro familias toresanas.

No obstante, la mejor solución para el Ayuntamiento es que las familias fueran realojadas en otras viviendas sociales que reúnan unas mejores condiciones para lo que ya trabaja con el fin de impulsar nuevas promociones de vivienda pública en la ciudad, con el fin de dar una respuesta social a personas de colectivos vulnerables o con limitados recursos económicos.

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