Entrevista | Eva Orúe Periodista, escritora y directora de la Feria del Libro de Madrid

"Sacar los libros a la calle es un ejercicio de reafirmación y permite acercarlos"

"Los clubes de lectura sustentan el universo de la lectura y enriquecen la actividad al ponerla en común"

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid.

Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Carmen Toro

La Feria del Libro de Madrid acaba de anunciar su próxima edición, que comenzará el 31 de mayo. Su directora, Eva Orúe, ha tenido presencia en la celebrada en Toro recientemente, donde ha presentado, junto con su co-autora y pareja, su libro "En el Transiberiano. Una historia personal del tren que forjó un imperio".

–¿Cómo ha sido su paso por la Feria del Libro de Toro?

–Muy interesante porque íbamos con una cierta desconfianza, que no se malinterperte, porque pensábamos que habría poca gente y había mucha. Cuando un autor va a presentar su libro, quiere que haya gente a quien contarle lo que ha escrito y por qué lo ha publicado y, si puede ser, que haya ventas y que la gente lo compre. Entonces, ya, miel sobre hojuelas.

–¿Es importante que haya estas ferias en sitios pequeños?

–En Toro tenéis librerías, así que la feria es una especie de fiesta a la que se suman otros actores de la cadena del libro. En otros sitios, ni siquiera tienen librerías. Sacar los libros a la calle es un ejercicio de reafirmación y permite que los libros estén cerca de quien va a leerlos. En un sitio como Toro, es más difícil hacer ir a editores, etc; en Madrid están y a Toro vienen. Y tiene un mérito tremendo que un Ayuntamiento como el de Toro ceda la plaza principal e, incluso, el propio Ayuntamiento, para los actos de la feria. Es digno de elogio.

"Tiene un mérito tremendo que un Ayuntamiento como el de Toro ceda la plaza principal para los actos de la feria"

–Ha presentado aquí, junto con Sara Gutiérrez, "En el transiberiano", una actividad que ha encantado al público...

–Es que somos muy simpáticas (ríe), pero, básicamente, tenemos la suerte de tener entre manos un material que es muy interesante. La historia pura y dura del Transiberiano es fascinante. Nuestro viaje fue muy divertido y nuestra historia personal puede tener interés para algunas personas que puedan querer saber cómo era la relación entre dos mujeres en aquella época. Cuenta la historia de un tren mítico, pero, también, nuestra historia y nuestro viaje. En cuanto al público asistente, en un acto de presentación de un libro, si no vas a comprarlo, quieres que te cuenten algo interesante y, si estás abierto a la posibilidad de comparlo, quieres que te abran el apetito por leerlo.

–En el libro hay historias personales, pero también un vasto trabajo de documentación...

–Sí. Porque es un tren, una vía sobre la que se ha escrito muchísimo; quizá, en algunas ocasiones, acudiendo o abusando de las fuentes occidentales en detrimento de las fuentes rusas. Nosotras teníamos la ventaja sobre otros autores de que hablamos ruso y podíamos acudir a las fuentes originales en el idioma original. El Transiberiano cambió un país, se trata de una historia política, económica, social y militar. Aunque concíamos el país y la vía, ha habido que documentarse mucho para asegurarnos de que lo que contábamos era la verdad. Ha sido una lectura gozosa.

Eva Orúe, periodista, escritora y directora Feria del Libro de Madrid

Eva Orúe, periodista, escritora y directora Feria del Libro de Madrid / Cedida

–¿Cómo es escribir un libro a cuatro manos?

–Este ha sido más fácil que otros porque los anteriores que habíamos escrito juntas sí los habíamo escrito a cuatro manos; una se sentaba delante del ordenador y la otra, al lado e íbamos acordando lo que queríamos escribir y cómo queríamos contarlo, discutíamos por el adjetivo y por la coma. En este caso, nos dividimos el trabajo. Cada una sabía lo que iba contando la otra, pero no lo íbamos leyendo. La lectura llegó al final para corregir o cambiar alguna cosa si era necesario hacerlo y comprobar que no desentonaba lo que yo contaba de Historia con lo que ella contaba de nuestro viaje. Ha sido una escritura más placentera que otras.

–Es directora de la Feria del Liro de Madrid, ¿cómo es dirigir una feria de esa importancia?

–Menos "glamouroso" de lo que la gente se cree. Hay menos literatura que montaje, desmontaje, camiones, placas solares, negociación de patrocinios,.. Algunas personas, cuando me nombraron, me dieron la enhorabuena porque suponían que mi vida iba a ser estar en contacto permanente con autores de mérito y aprender de ellos. Por supuesto que eso ocurre, pero, durante meses, el trabajo es cómo montamos las casetas, vinilamos, cómo metemos camiones en el parque del Retiro, cómo llevamos los baños químicos...

–El tema transversal de este año es el deporte y su lema, "Entrena tu mente, lee tu cuerpo".

–Decidimos el deporte por razones muy obvias: este año es olímpico y hay Eurocopa. El Retiro es un sitio donde se hace mucho deporte, hay gente corriendo, patinando y hay instalaciones deportivas. La idea era que podía servirnos como eje vertebrador siempre que nos saliéramos de la literalidad del tema. No sólo contar con libros que hablen sobre deporte o escritos por deportistas. Eso nos va a permitir la feria: hablar con deportividad y transmitir lo que es el deporte para los que escriben. La vida es una cancha de juego.

–Usted es la primera mujer en dirigir la Feria de Madrid...

–Es una cosa un poco rara porque hay muchas directoras de feria y el mundo editorial es un mundo en el que las mujeres tienen una participación muy relevante. En algún momento tenía que ser y me ha tocado a mí. Espero, sobre todo, no ser una excepción.

"Hay muchas directoras de feria y en el mundo editorial las mujeres tienen una participación muy relevante"

–¿Puede haber algún tipo de inspiración bidireccional entre ferias como la de Madrid y otras más modestas, como la de Toro?

–Las ferias españolas son todas iguales. Hay una cuestión de tamaño y duración, pero, en realidad, es lo mismo. Sacamos casetas a la calle en las que siempre hay libreros, editores,...y hay sitios donde hay actividades: charlas, mesas redondas,.. Cada una es diferente, pero hacemos todas básicamente lo mismo. Hace unos meses, se creó una red estatal de ferias del libro, un grupo de trabajo en el que directores de una treintena de ferias nos reunimos para hablar de las cosas de directores de ferias, que tiene mucho que ver con casetas, cómo montamos, cómo trabajamos con las administraciones... podemos trabajar juntas y sacar lecciones, sin duda. Yo soy muy partidaria de la colaboracón entre ferias. Entre todas, conseguimos mostrar un gigantesco escaparate en el que la industria editorial, que es relevantísmisa desde el punto de vista económico y cultural, sale a la calle a buscar lectores. Es un escaparate de un sector capital para la industria cultural española y me atrevo a decir que para el PIB Y la imagen exterior de España.

–En Toro, han tenido contacto con miembros de algunos clubes de lectura. ¿Qué importancia tienen estas comunidades?

–Son la red que sustenta el universo de la lectura. La lectura es una actividad que se hace, en general, en silencio y recogimiento y que exige concentración. Lo bonito de los clubes es que existe esa parte de la lectura inicial y luego se pone en común con el resto. Eso enrqiuce tu proipa lectura y contagia el entusiasmo por el libro que has leído.

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