Conoce la historia del banco más famoso de Sevilla dedicado a Zamora

Toro y su Historia trascienden las actuales fronteras políticas de la comunidad autónoma y también tienen protagonismo en otra, la de Andalucía, que este 28 de febrero celebra su día.

Concretamente, la Historia de Toro está presente en la célebre plaza de España de la capital andaluza, de reciente y polémica actualidad por una propuesta de su alcalde con la que pretende cobrar entrada para visitarla.

No obstante, aún es de libre y gratuita visita el banco dedicado a la provincia de Zamora en esta plaza que se proyectó con motivo de la Exposición Iberoamericana que se celebró en Sevilla en 1929.

Dicho banco, como el de las otras 47 provincias representadas, cuenta con un mural cerámico que muestra un episodio histórico representativo de la provincia. Y ese no es otro que el de la "Toma de Toro".

El lienzo de azulejos recrea el momento concreto en el que el rey Fernando "El Católico" entrega su fajín como regalo a la ciudad de Zamora para que sea colocado en su bandera, en señal de agradecimiento por la ayuda prestada por los zamoranos en la Batalla de Toro, de la que dentro de un puñado de horas se cumplirán 548 años.

De este modo, a las ocho tiras rojas que representaban las ocho victorias obtenidas por Viriato, a la "Seña Bermeja" se sumó la banda verde esmeralda entregada por el rey católico, que dejaría así constancia para siempre de la importante victoria sobre las tropas portuguesas en la batalla librada en la vega toresana en 1476, dentro de la guerra de Sucesión Castellana.

Y constancia quedaría también para siempre de este hito en la historia toresana, gracias a aquella exposición que albergó Sevilla en 1929 y cuyo monumento más emblemático, la plaza de España, comenzaría a construirse en 1926 bajo las órdenes del arquitecto sevillano Aníbal González.

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Por qué la Batalla de Toro

Hubo una comisión encargada de la Dirección y Proyectos de la exposición y, según el doctor en Historia del Arte y autor de la tesis "La plaza de España de la Exposición Iberoamericana de Sevilla", José Antonio Solís Burgos, "hubo un cierto desbarajuste" ya que esta comisión intercambió cartas "tardías" con las provincias representadas en la plaza, pero aquello no fue hasta 1928, dos años después del inicio de las obras y cuando estas ya estaban próximas a concluirse.

En medio de ese intercambio de misivas, el responsable artístico de dirigir el trabajo de la confección de los bancos de las provincias, el profesor Francisco Murillo Herrera, propuso el cambio del episodio representado en el zamorano, el de la Batalla de Toro, debido a que "podrían herirse las sensibilidades de Portugal", país que iba a participar en la Exposición Iberoamericana, ya que mostraba su derrota a manos de los castellanos.

Curiosamente, el delegado regio de Zamora estuvo de acuerdo con la propuesta de solicitar la retirada de dicho episodio histórico hecha por Murillo Herrera.

Finalmente, dicha solicitud no fue aceptada y en el lienzo del banco zamorano se representó el diseño original, plasmado en un mural cerámico elaborado en la fábrica Vda. e Hijos de Ramos Rejano y diseñado y pintado por M. Baena.

En este sentido, cabe destacar que sí hubo otras provincias para las que se eliminaron o modificaron los diseños previstos inicialmente, como algunas referencias al monarca absolutista Fernando VII, un cambio de escena en la que se mostraba a un Cristóbal Colón en actitud dinámica en lugar de "apesadumbrado" u otros diseños que contenían errores históricos o anacronismos.

Según la hipótesis del historiador del arte José Antonio Solís, el motivo de que se mantuviera la escena que hacía referencia a la Batalla de Toro puede encontrarse si se hace un análisis de cuál es la línea que seguía la exposición.

Así, según Solís, todos los bancos provinciales tienden a representar "la unidad de España", así como una imagen positiva del país por lo que la deducción que hace el experto es que alguien de la comisión encargada debió de pensar que "si quitamos a Portugal, no estamos haciendo apología de algo que fuera bueno para la unidad de España. Hay que dejarlo porque se ve claramente y esa guerra la ganan los Reyes Catolicos", expresa.

Esta sería la principal hipótesis de Solís Burgos, que ve como clara la idea de que no podía haber en la plaza nada que "enturbiase" esa imagen de unidad que pretendía darse con la magnánima construcción. "Por algo se llama la plaza de España", concluye.

Otros pueblos zamoranos

Si bien Toro es protagonista en este banco de la plaza que "abraza" a los países americanos y mira hacia el Guadalquivir, que marca el camino a América, hay otras poblaciones zamoranas representadas en este espacio dedicado a la provincia.

En la zona inferior, otro panel cerámico muestra el mapa de la provincia, en el que aparecen muchos de sus municipios.

Asimismo, el banco se compone de un asiento en tres partes que forman una "U" y que están decorados con dibujos vegetales y centrados por cartelas con los nombres de otras cuantas poblaciones zamoranas: Alcañices, Benavente, Bermillo de Sayago, Cubillos, Gema, Moraleja, El Perdigón, Puebla de Sanabria y Villalpando, además de la propia Toro.

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