Después de cuatro años de relación, Pablo Álvarez y Laura Bravo, han reforzado su unión en la gran boda tradicional del Carnaval de Toro, uno de los actos más singulares de cuantos se celebran durante las fiestas.
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En un salón de plenos abarrotado de invitados se celebró el enlace carnavalero, en el que los padrinos, Rodrigo Diéguez y Marta Bravo, arroparon a los novios en una ceremonia inolvidable.
Elegantemente ataviados para una boda de postín y boato, la novia lució un atuendo confeccionado por Feli López, adornado con un antiguo mantón. El novio acudió al enlace ataviado a la antigua usanza con capa castellana y sombrero.
El alcalde, Rafael González, ofició la solemne ceremonia, durante la que la madrina entrelazó las manos de los novios con el aderezo, una antigua tradición de las bodas oficiadas en otras épocas en Toro.
Después del pronunciar alto y claro el sí quiero, el novio dedicó unas cariñosas palabras a la novia y, con un beso, la pareja selló su enlace carnavalero.
Tras las fotos para el recuerdo con padrinos, familiares e invitados, los novios iniciaron el desfile por las calles de Toro que, a pesar de la lluvia, completó el recorrido hasta la plaza de toros.
El agua acumulada en el albero impidió la celebración del baile nupcial en el coso taurino. El convite de boda cerró uno de los actos más singulares de los carnavales toresanos.