Unos murales de la artista toresana Delhy Tejero, rescatados del olvido

Casi una década después de que expertos y familiares de Delhy Tejero advirtieran del serio riesgo de desaparición de las pinturas murales con las que la artista toresana decoró el vestíbulo de la antigua fábrica de Altadis en Sevilla, el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, ha iniciado su restauración para preservarlas.

Los lienzos, de unos cuarenta metros de longitud, han sido depositados en los talleres del Centro de Intervención del IAPH, para iniciar el proceso de rehabilitación y conservación, que culminará con su musealización.

El consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, ha asistido recientemente en la sede del IAPH al depósito de los cinco rollos en los que fueron trasladadas las pinturas, que serán objeto de un exhaustivo estudio.

Así, el IAPH redactará el proyecto de conservación de la obra y la analizará desde todas las perspectivas, para obtener el conocimiento necesario que le permita emitir la propuesta de intervención más adecuada a sus necesidades y que contemplará su restitución en un nuevo soporte para una musealización vinculada a los usos futuros del espacio rehabilitado.

El IAPH también se encargará de la tutela del mural, ligado al relato de la industria del tabaco de Altadis, y creado por Delhy Tejero, de quien Bernal resaltó que fue "una de las artistas puntales del vanguardismo español".

El traslado, estudio y restauración de las pinturas se ha realizado por iniciativa del grupo KKH Property Investors, que promueve el proyecto de reconversión de las instalaciones de la antigua fábrica tabacalera en un complejo empresarial y de servicios.

El encargo de la intervención en el patrimonio entronca con el informe sobre el valor arquitectónico de la antigua fábrica de Altadis en Sevilla, que cesó su actividad en 2007, y realizado también por el IAPH en 2018 para analizar las posibilidades de transformación del conjunto del edificio, informe que también recomendaba preservar los murales de Delhy Tejero.

En los últimos años, la familia de la artista toresana había advertido en varias ocasiones sobre la importancia de conservar una obra que califica como un "tesoro invaluable que merece ser preservado".

Esfuerzo conjunto

Por este motivo, tras conocer que el IAPH recuperará las pinturas ha mostrado abiertamente su satisfacción y agradecimiento, especialmente, porque el mural es una de las últimas obras que realizó Delhy Tejero.

Además, la familia de la artista ha alabado el esfuerzo conjunto realizado por "colectivos, instituciones y personas involucradas en el proyecto".

En este punto, resaltó la implicación de la anterior Alcaldía de Toro, del colectivo MAV, la asociación Ben Baso, la Academia de Bellas Artes de Sevilla o del profesor Julián Sobrino, que fue uno de los primeros en alertar sobre la posible pérdida de los lienzos.

En el capítulo de agradecimientos, la familia de Delhy Tejero ha resaltado el esfuerzo de la investigadora y profesora África Cabanillas, que ha demostrado un "compromiso excepcional" con la conservación del patrimonio artístico que "también en Andalucía ha dejado la artista".

Así, para la familia de la pintora toresana, "es alentador ver como se han unido fuerzas" para emprender la restauración de los murales y para que recuperen su esplendor original. Las pinturas para la antigua fábrica de tabaco de Sevilla, como apuntó la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, "son representativos" de la última etapa de la artista.

Primeros bocetos

Delhy Tejero aceptó el encargo de decorar la antigua fábrica tabacalera y, en 1965, realizó los primeros bocetos que, posteriormente, plasmó en grandes lienzos en su estudio en Madrid, ante la imposibilidad de trasladarse a la capital andaluza por sus problemas de salud.

Por este motivo, tuvo que delegar en la Casa Macarrón el montaje de su trabajo en Sevilla, conjunto pictórico que, como un "cuento", relata desde la plantación de tabaco en América hasta la llegada a España, así como su posterior procesado industrial en Andalucía, recreación en la que utilizó formas geométricas y colores naturales.

Las pinturas, con diversas escenas esquematizadas, representan oficios y paisajes que contextualizan la memoria del trabajo tabaquero, tan arraigado en la ciudad de Sevilla durante siglos.

Desde su creación, en los años 1965-1966, las pinturas murales con las que fue decorada la antigua fábrica nunca han sido restauradas y su deterioro era evidente por la pérdida de pigmento como consecuencia de una fuga de agua, situación que ahora se pretende revertir con una intervención que permitirá rehabilitar, conservar y musealizar una de las últimas creaciones de la genial artista toresana.

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