Expertos instan a la DO Toro a apostar por la malvasía castellana

Catadores de la Guía Peñín valoran cerca de 200 vinos y destacan la "capacidad de expresión" de la variedad de uva blanca y la calidad de los tintos de larga crianza

Carlos González, izquierda, y Javier Luengo valoran los vinos tintos, rosados y blancos de la DO Toro. | M. J. C.

Carlos González, izquierda, y Javier Luengo valoran los vinos tintos, rosados y blancos de la DO Toro. | M. J. C. / María Jesús Cachazo

A pesar de que Toro ha logrado posicionarse como un referente en la producción de tintos de reconocida calidad, los elaborados con la variedad blanca malvasía castellana pueden apuntalar el futuro de la Denominación de Origen.

Esta es la opinión de los catadores de la Guía Peñín, que este martes han valorado cerca de 200 vinos en la sede del Consejo Regulador de los que, al margen de la calidad de los tintos de larga crianza, destacaron el potencial de la variedad de uva blanca malvasía castellana.

En la cata participaron el director técnico y el director editorial de la Guía Peñín, Carlos González y Javier Luengo, respectivamente, que puntuaron vinos tintos, en su gran mayoría, así como blancos y rosados, dentro de la ruta que están realizando por diversas zonas productoras para elaborar la nueva edición de la reconocida publicación.

Tras catar los vinos, Luengo reconoció que en la Denominación de Origen Toro confluyen "varias líneas interesantes". Así, resaltó que, aunque los blancos son menos representativos de la zona, algunas bodegas han apostado por la malvasía castellana, una variedad de uva blanca "relativamente neutra", pero que con "elaboraciones especiales" y siguiendo una línea de crianzas más largas e incluso oxidativas, puede ofrecer matices singulares a los vinos.

En este punto, se mostró partidario de que las bodegas de Toro apuesten por elaborar vinos blancos con la variedad malvasía castellana, que definió como "bastante amable de cara al consumidor no especializado".

Elaboraciones "arriesgadas"

No obstante, recomendó a los bodegueros que se decanten por elaboraciones "más arriesgadas" de corte oxidativo o con crianzas largas en tinajas o en barricas con varios usos, porque aportarán matices diferentes a los vinos y que contribuirán a diferenciarlos de otros de la misma variedad que se producen en otras zonas de España.

Además, Luengo precisó que en la Denominación de Origen Toro se conservan viñas muy viejas de malvasía castellana que preservan una "capacidad de expresión" que todavía "puede desarrollarse más".

Los catadores de la publicación prueban vinos de la zona

Los catadores de la publicación prueban vinos de la zona / MARIA JESUS CACHAZO

Por otra parte, el director editorial de la Guía Peñín resaltó que los vinos de la variedad blanca verdejo se producen en mayor volumen en la Denominación de Origen Toro pero, en su opinión, no tienen tanto "potencial" como los elaborados con malvasía castellana.

A nivel de rosados, remarcó que no existe un estilo "muy definido" en la zona y que los vinos de esta tipología elaborados en Toro son "frescos y fáciles de beber", pero "sin grandes pretensiones a nivel cualitativo".

Añadas

De los casi 200 vinos valorados por los catadores, una amplia mayoría eran tintos y, como destacó Luengo, los de la añada de 2022, que "ha sido complicada a nivel general", en Toro se han comportado "con bastante corrección", ya que no presentan matices confitados como en otras zonas productoras.

En este punto, remarcó que, en cierta medida, las viñas viejas que se conservan en Toro "ayudan a esa regulación", lo que ha permitido que en los vinos "no aparezcan esas sensaciones de confitura y un exceso de calor".

Por otra parte, subrayó que, entre el 70 y el 80% de los vinos catados, se enmarcan en la categoría de robles y que están destinados a un consumidor menos especializado.

En este punto, aseguró que la "complejidad" de los vinos de Toro se aprecia a medida que "las crianzas son más largas", tintos que se adaptan a las exigencias de un "público más pequeño, pero más sibarita" y que son los que "colocan a la Denominación de Origen en el epicentro de los consumidores de vino de calidad en el mundo".

Por último, destacó que de todos los vinos catados sobresalen los de la añada del 2019, que definió como "más serios" y con más potencial.

La nueva Guía Peñín se editará el próximo mes de octubre, aunque los suscriptores podrán conocer en las próximas semanas la puntuación otorgada a cada uno de los vinos valorados a través de la web de la publicación.

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