Boda tradicional de Toro: enlace nupcial con alma carnavalera

La boda infantil sella la unión de los primos, Iván y Naiara Negro, que ante sus invitados prometen participar en los antruejos y defender sus tradiciones

Los novios de la boda infantil de carnaval, Naiara e Iván Negro, encabezan el desfile nupcial iniciado en la Plaza Mayor. | M. J. C.

Los novios de la boda infantil de carnaval, Naiara e Iván Negro, encabezan el desfile nupcial iniciado en la Plaza Mayor. | M. J. C. / María Jesús Cachazo

Toro ha logrado transmitir a las nuevas generaciones la importancia de preservar tradiciones tan arraigadas como las bodas de Carnaval. Los protagonistas del enlace carnavalero infantil celebrado este año fueron los primos, Iván Negro Redondo y Naiara Negro Hernández, que elegantemente ataviados para una ocasión tan especial, mostraron su complicidad durante la ceremonia nupcial oficiada en el salón de plenos del Ayuntamiento por la concejala de Festejos, Sara Pérez.

Arropados por familiares y por los pequeños invitados al enlace, la novia, de once años, lució un elegante vestido confeccionado hace más de tres décadas por una tía de su madre, Dioni Hernández, que combinó con un vistoso ramo de flores. Por su parte, el novio, de 13 años de edad, optó por el atuendo tradicional de las bodas de otras épocas en Toro, conformado por capa castellana y sombrero.

Para un enlace tan especial las pequeñas invitadas eligieron vestidos tradicionales en Toro como el de viuda rica y labradora, así como otros trajes típicos, mientras que los niños lucieron, con elegancia, capas y sombreros.

A pesar de que eran conscientes de ser el centro de todas las miradas, los novios superaron su timidez y accedieron al salón de plenos del Ayuntamiento, al ritmo de una canción tradicional entonada por integrantes de la asociación «Tierras Llanas» y acompañados por sus padrinos, Víctor Hernández y Ana Conde.

Durante la solemne ceremonia, Pérez invitó a los más pequeños a implicarse en los festejos populares de Toro y, de manera especial, en aquellos que forman parte de sus tradiciones más arraigadas y de su cultura, para que actos como las bodas de Carnaval perduren en el tiempo y no desaparezcan. Acto seguido, los novios cumplieron con el ritual de las promesas de los votos, por las que asumieron el compromiso de participar activamente en todos y cada uno de los actos que se organizan con motivo de los antruejos toresanos.

Ya desposados por el Carnaval de Toro, los protagonistas del enlace posaron con los invitados en una foto para el recuerdo, y fueron alentados por las personas que se congregaron en el salón de plenos, al grito de «¡Vivan los novios!» Tras la emotiva ceremonia, novios, padrinos e invitados, lucieron sus galas nupciales en un colorido desfile por las calles de la ciudad, acompasado por la charanga «Los Cermeños», y que concluyó en la histórica plaza de toros.

Con paso firme, los participantes en la boda pisaron el albero del coso, en el que se celebró el animado baile nupcial durante el que los pequeños demostraron que saben seguir el ritmo del Carnaval. Como cualquier boda de postín, el enlace fue clausurado con el convite celebrado en el Ayuntamiento, durante el que los participantes recuperaron fuerzas para seguir disfrutando de las fiestas.

Los enlaces nupciales de niños y adultos se han convertido en una seña de identidad de Toro y contribuyeron a que sus carnavales fueran declarados, en el año 1995, de Interés Turístico Regional. Las tradicionales bodas de Carnaval recrean aquellas que se oficiaban en la ciudad a finales del XVIII y principios del XIX y que cobraron una especial relevancia en los años 20 del siglo pasado, que Toro ha logrado preservar hasta la actualidad.