La vid de Toro duerme

El invierno deja estampas de la etapa vegetativa de las cepas toresanas, que descansan hasta la llegada de la primavera

Imágenes de los viñedos toresanos a la llegada de las bajas temperaturas, momento de reposo de las vides. | DO Toro

Imágenes de los viñedos toresanos a la llegada de las bajas temperaturas, momento de reposo de las vides. | DO Toro / I. B.

I. B.

La DO Toro ha entrado desde hace semanas en una nueva etapa en el ciclo vegetativo de la vid, un periodo de reposo invernal que prepara a la cepa para resurgir en los próximos meses, y que ha dejado estampas que la DO ha querido compartir con todos los seguidores del vino de Toro.

Y es que el seguimiento del ciclo vegetativo de la vid es un factor clave para el cuidado de la planta, que pasa a lo largo del año por varias fases.

Con la llegada del otoño y la bajada de las temperaturas en la zona donde la DO de Toro extiende sus sarmientos, da inicio una nueva etapa en el ciclo vegetativo, que comienza cuando la media de temperaturas entre el día y la noche es menor a los diez grados , y finaliza cuando esa media se sitúa en valores de diez grados centígrados o más entre el día y la noche.

El descanso, una fase clave

Durante esta época de reposo, el viñedo paraliza su actividad. Es debido a la incidencia de multitud de factores que facilitan que ese reposo sea duradero en el tiempo: así se vuelve a iniciar la actividad con la llegada de la brotación.

En concreto, desde la DO señalan un artículo de la revista Vinetur en el que se recogen las cinco etapas consecutivas del proceso vegetativo, atribuidas a R. Pouget.

Estas cinco etapas que resumen la vida de la vid a lo largo del año van desde la formación del brote hasta su rebrote en el siguiente ciclo vegetativo.

La primera de ellas se conoce como fase de pre-reposo vegetativo. Comienza cuando las yemas se forman sobre el pámpano del año, alcanzando un nivel de organogenia suficiente para que sean aptas para desarrollarse y permitir la formación de un nuevo brote cuando las condiciones sean favorables. Su duración tan solo es de una semana.

La vid de Toro duerme

La vid de Toro duerme / I. B.

Tras de esto, comienza la segunda fase, que sirve como entrada en reposo vegetativo. Su duración es de unas dos semanas, donde las yemas latentes pierden la posibilidad de brotar rápidamente, debido a la presencia de ácido abscísico, correspondiendo a la época de agostamiento.

En el corazón del ciclo la tercera fase es la del reposo vegetativo, que corresponde al momento en el que existe un profundo descanso de las yemas de uno a dos meses, caracterizándose al principio por un elevado tiempo de brotación, para después disminuir por las temperaturas crecientes.

Después del reposo llega la fase de levantamiento, un período corto de una semana que exige temperaturas frías con medias diarias de diez grados, tras la que aparecerá la quinta y última fase: la de post-reposo vegetativo y prebrotación, donde las yemas que sufrieron bajas temperaturas al fin brotan.