Entrevista | Juan José Carracedo López Escritor toresano

“Hay que ser realista y de la literatura, al igual que de la música, viven cuatro”

“El ritmo de una novela tiene que comenzar bajo para ir subiendo, ya que lo que cuenta es la sensación que deja al lector cuando la acaba”

Juan José Carracedo, en la presentación de su segunda novela en Toro

Juan José Carracedo, en la presentación de su segunda novela en Toro / M. J. C.

Por un reto personal, el escritor toresano, Juan José Carracedo, publicó su primera novela. Tres años después ha editado su segundo libro, “Con clavos oxidados”, del que destaca un salto en la calidad narrativa. Su nuevo libro ya se puede adquirir en las librerías, y Carracedo confía en volver a despertar el interés de los lectores con el ritmo trepidante y las tramas de una obra, que enmarca en el género del suspense. Carracedo nació en Toro en 1973 y, además de la escritura, sus grandes pasiones son las motos y la música.

–¿Cómo surge su afición a la escritura?

–No lo sé, porque tampoco soy un gran lector y escribir fue un reto. Creo que mi afición puede proceder más del tema cinematográfico, porque todos los días veo, como mínimo, una película en la que hay una historia, unas tramas y una construcción. El reto que me propuse fue básicamente ver si era capaz de escribir y creo que, al final, una película y un libro son lo mismo a nivel de tramas, personajes o estructura.

–El resultado de ese reto personal fue la publicación de su primera novela, “Jugando donde descansan los barcos muertos”, ¿qué aprendió de esa experiencia?

–Mi primer libro fue un reto y, en principio, no se iba a publicar. A nivel de estilo de escritura el resultado de la novela fue espontáneo, porque lo que más me preocupaban eran las tramas y reflejar lo que quería contar.

–¿En su segundo libro, “Con clavos oxidados” ha modificado su método de trabajo y ha prestado más atención a otros aspectos en el proceso creativo?

–Sí, porque publicar la segunda novela ha supuesto una responsabilidad que no sentí al escribir la primera y el estilo está más cuidado. En principio, la nueva novela es la segunda parte de una trilogía, aunque no sé si publicará. No obstante, los dos primeros libros se pueden leer de forma independiente, aunque en el segundo hay referencias al primero.

–¿Su nuevo libro se estructura en varias tramas que están interconectadas?

–El libro contiene tres tramas, que desde el principio de la historia se van desarrollando de forma independiente. A lo largo del proceso tuve que decidir cómo unía las tramas y, al final, opté por enlazarlas en un punto común que es el capítulo cero. En este punto, hay que explicar que el libro contiene capítulos en negativo y positivo y, a partir del cero, en el que confluyen las distintas tramas, se podría concebir la novela como otra distinta, porque el enfoque es diferente y se lee de otra manera.

–¿En qué género literario enmarca su nueva novela?

–La verdad es que no me gustan las etiquetas. No obstante, diría que es un thriller o una novela de suspense, con una parte ambientada en otra época de la historia para la que me he documentado y reflejo muchas cosas de la historia de Toro y de otros lugares en los que se desarrollan las distintas tramas. La editorial Letrame me ha comunicado que “Con clavos oxidados” optó al premio a la mejor novela negra que ha publicado este año, aunque para mí una novela negra se enmarca en otro concepto.

–¿Cree que ha conseguido enganchar al lector y fidelizar a sus seguidores desde las primeras páginas de su segunda novela?

–Ese es el objetivo, aunque pienso que el ritmo de una novela tiene que comenzar bajo y después ir subiendo, ya que lo que cuenta es la sensación que deja al lector cuando la acaba. Creo que la mejor manera de amplificar esa sensación es imponer un ritmo más lento al principio para después ir subiendo y que el final sea trepidante.

–¿Las experiencias vitales son la mejor fuente de inspiración a la hora de contar historias?

–La vida te inspira aunque no te des cuenta. Al igual que en la música, todo está escrito. La música de una canción puede sonar diferente, pero seguro que te recuerda a otro grupo. En la literatura pasa lo mismo.

–¿Cuál es su método de trabajo a la hora de plasmar sobre el papel sus ideas para un libro?

–La idea está en la cabeza todo el día y ya no se va. Cuando publiqué y presenté la primera novela ya tenía en la cabeza las líneas básicas de la segunda. El trabajo de crear la estructura es el que más me gusta y, para mí, es el más importante y el que requiere más tiempo. Para dar forma a esa estructura casi tienes que crear las escenas en tu cabeza, aunque luego se modifican cosas.

–¿Publicar un libro es más complicado para un escritor que reside en el medio rural que para el que vive en una gran capital?

–Creo que no tiene nada que ver escribir con vivir en un sitio determinado. En mi caso, no me ha perjudicado en nada vivir en Toro y no creo que haya diferencias con un escritor que vive en otro sitio.

–Como otros autores ha recurrido al método de autoeditar su obra para compartirla con los lectores, ¿es complicado que una editorial apueste por nuevos escritores?

–Cuando decidí escribir mi primera novela me informé sobre cómo podía publicarla y, directamente, ni lo intenté con una editorial. Entiendo que hay que tener un nivel muy alto, y como soy muy perfeccionista y reconozco mis fallos, no quise ponerme en contacto con una editorial. Además, creo que las editoriales promocionan a los valores seguros y por eso decidí autopublicar mis novelas.

–¿Tiene previsto presentar su nueva novela a algún concurso literario?

–La primera sí la presente a un concurso y, obviamente, no ganó. Con la segunda, ni lo he pensado porque soy muy perfeccionista y conozco mis fallos. Aunque he mejorado, no soy ni Arturo Pérez Reverte ni Juan Gómez Jurado, y me parece hasta pretencioso presentarme a concursos.

–Con su primera obra fue reconocido con un “Galardón de autor” concedido por una asociación, ¿le sorprendió la distinción?

–La asociación “Qué te apetece leer” me concedió un galardón y su reconocimiento me subió mucho la moral. Una cosa es que conocidos o amigos te digan que les ha gustado tu obra y otra muy distinta que una asociación me concediera un galardón.

–¿En un futuro le gustaría dedicarse profesionalmente a la literatura?

–No, porque hay que tener los pies en el suelo y ser realista. De la literatura, al igual que de la música, viven cuatro. El resto de escritores tenemos que tener nuestro trabajo y, cuando se puede, desarrollar la afición a la literatura.

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