Absueltos dos toresanos acusados de arrojar speed desde un coche

La Audiencia de Valladolid dicta sentencia absolutoria ante la falta de pruebas sobre la participación de los jóvenes en los hechos investigados

Un agente de la Guardia Civil, en un control de vigilancia

Un agente de la Guardia Civil, en un control de vigilancia / CEDIDA

La Audiencia de Valladolid ha dictado sentencia absolutoria en el caso de los vecinos de Toro, A. P y R. M., que habían sido vinculados con el hallazgo de un kilo y medio de speed en las inmediaciones de la presa de San José, en el municipio vallisoletano de Castronuño.

Aunque la fiscal del caso había solicitado ocho años de cárcel para cada uno de los investigados y el pago de una multa de 100.000 euros, la Audiencia Provincial de Valladolid ha dictado un fallo absolutorio ante la “falta de pruebas” y tras valorar que la acusación se cimenta en “meras sospechas”, según informa Europa Press.

La acusación situaba el pasado 24 de junio a uno de los encausados a bordo de un turismo Seat Ibiza que circulaba por la carretera CL-602, que une Toro con Cuéllar, a la altura de Castronuño. Además, sostenía que el investigado arrojó por la ventanilla del vehículo 1.620 grados de speed, valorados en 63.528 euros, tras percatarse de la presencia de una patrulla de la Guardia Civil.

El conductor del turismo logró huir del lugar y, según la tesis no probada de la fiscal, regresó más tarde con el otro encausado R. M. para buscar la droga en las inmediaciones de la presa, momento en el que ambos fueron interceptados por otra patrulla de la Guardia Civil.

La sentencia absolutoria se alinea con la postura de la defensa de los acusados que, en el juicio, trató de desmontar la investigación de la Guardia Civil, realizada a partir de dos letras y un número de la matrícula que tomó uno de los agentes que a punto estuvo de ser atropellado en la huida del turismo, tras arrojar el conductor una bolsa con speed por la ventanilla.

A partir de esos datos, la Guardia Civil y la acusación mantenían que el turismo sospechoso se podría corresponder con un Seat Ibiza, propiedad del padre de A. P, vehículo que el joven conducía habitualmente, supuesto que la defensa puso en entredicho tras advertir de que “existía una posibilidad entre 22.977”.

En su declaración, los dos acusados se declararon inocentes y explicaron que cuando fueron interceptados en la zona por una patrulla de Castronuño se disponían a inspeccionar una parcela de pinares que explota A. P., ya que se dedica a la recolección de piñas que, posteriormente, vende en Pedrajas de San Esteban.

Además, ninguno de los guardias civiles que participaron en el primer operativo, el que trató de interceptar sin éxito el vehículo que portaba la droga, llegara a identificar a ninguno de los acusados como la persona que conducía el coche.