“Soy un niño de 9 años al que le gustan los gigantes y cabezudos”. Así comienza una carta escrita por un niño de Toro y dirigida al Ayuntamiento, que se puede leer en los tablones de anuncios disgregados por distintos puntos de la ciudad.

Con su escrito, que ha sorprendido a toresanos y visitantes, el pequeño que asiste a todos los desfiles de gigantes y cabezudos de las fiestas pretende llamar la atención sobre las deficiencias que presentan las piezas e insta al Ayuntamiento a que promueva la creación de unos nuevos.

El pequeño demuestra en su escrito que conoce a la perfección cada uno de los gigantes y cabezudos que desfilan por las calles de Toro en las fiestas, ya que explica con detalle el deterioro que presenta cada uno.

Así, de los gigantes apunta que el rey desfila con la corona y la túnica “rotas”, mientras que de la reina resalta que “parece que la ha maquillado mi hermana de cuatro años”.

Del gigante “moro” detalla que la cabeza y las manos no son del mismo color, y de la “mora” revela que “le han puesto una tabla en la espalda. De otros gigantes asegura que la princesa “tiene la boca torcida” y el caballero “un dedo roto”, al margen del deterioro de sus ropajes.

El pequeño también analiza en su escrito los defectos de los cabezudos. Así, en el cabezudo que recrea a una “mora” ha apreciado que los pendientes son “gomets”, o que el mexicano “ha sido pintado con temperas”.

Con la inocencia de un niño, el autor del escrito espera que el Ayuntamiento tenga en cuenta su petición y que, en próximas ediciones festivas, nuevos gigantes y cabezudos recorran las calles de la ciudad para ensalzar las ferias de San Agustín.