Salvaguardar y poner en valor el patrimonio de Toro. Con este objetivo, la Fundación González Allende recuperará este año las campañas de verano en las que participan alumnos y profesores de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid.
La última campaña se celebró en 2018, verano en el que los estudiantes recuperaron la policromía de un alfarje de la Biblioteca de Toro, y la prevista para este año se desarrollará en San Juan Bautista de Tagarabuena, iglesia parroquial en la que la Escuela ha llevado a cabo diversas actuaciones, que han servido para dignificarla, así como las obras de arte que custodia en su interior.
El historiador y presidente de la Fundación González Allende, José Navarro Talegón, adelantó que la nueva campaña de verano se desarrollará a lo largo del mes de julio y que está prevista la participación de entre 12 y 14 alumnos, intervención que dirigirá Pilar Sendra y que será coordinada por el profesor de la Escuela, Iván López.
El objetivo de la nueva campaña de verano es restaurar dos retablos laterales de la iglesia de San Juan Bautista, creados por el ensamblador vallisoletano Pedro de Rivas, y dedicados al Cristo de la Vera Cruz y a la Virgen del Rosario, aunque los alumnos del centro madrileño también rehabilitarán la taza del púlpito del templo.
Sobre los retablos que serán recuperados, Navarro Talegón adelantó que datan de la primera década del siglo XVIII y que los bancos de ambos conjuntos los conforman cuatro columnas armónicas, aunque también cuentan con unos fanales destinados a custodiar reliquias.
La construcción de ambos retablos fue promovida por la parroquia de Tagarabuena y sus áticos estaban adornados con pinturas de Antonio Tomé que, según Navarro Talegón, es probable que fueran ejecutadas por su hijo Diego Tomé.
Las pinturas han sido restauradas previamente, porque en su parte trasera se detectó una colonia de murciélagos que provocaron importantes daños en los lienzos, pinturas de las que el Navarro Talegón destacó la que recrea una “rara” iconografía del Pío V, tras su canonización por el Papa Clemente XI en 1712 Las pinturas restauradas serán reintegradas en el lugar que ocupaban en los retablos.
El presidente de la Fundación González Allende también destacó el “curioso” transparente barroco de uno de los retablos en los que está previsto intervenir y que fue alterado “sin ningún criterio”, transparente en el que serán sustituidas las actuales puertas por otras barrocas y coetáneas del conjunto que le devolverán la “dignidad perdida”.
Durante la nueva campaña de verano los alumnos de la Escuela también concluirán la restauración del púlpito en cuyo tornavoz se detectaron “muchas faltas” que ha sido necesario rehacer y que, una vez entalladas, serán policromadas y doradas.
Para Navarro Talegón, es probable que en la provincia no exista un púlpito barroco “tan bonito e interesante” como el que se conserva en la iglesia de San Juan Bautista.
Además, remarcó que el púlpito es una obra de Francisco Rico, un toresano que dejó un importante legado en la ciudad y que, en la parroquia de Tagarabuena, también creó tres retablos, uno de ellos dedicado a Pío V, que fue restaurado por el centro madrileño en una intervención anterior.
La Fundación González Allende promueve, coordina y financia la nueva campaña de verano de la Escuela, con la que mantiene una estrecha relación, cuyos alumnos y profesores colaboran, desde 1984, en la recuperación del patrimonio de Toro.
Tras unos años en los que no fue posible organizar las campañas y, el parón obligado por la pandemia, la Escuela vuelve a colaborar con la Fundación para salvaguardar y preservar el valioso patrimonio histórico artístico de Toro.
