Consciente de la importancia de mantener la actividad y el empleo en una fábrica señera para Toro como la de Siro, el alcalde, Tomás del Bien, confía en que a corto plazo se pueda cerrar un principio de acuerdo que garantice la continuidad y el futuro de la empresa galletera.
Aunque el Ayuntamiento tan solo puede intentar mediar en el conflicto, el alcalde acudió a la reunión convocada por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a la que también asistieron María José Ortega y José María López, regidores, respectivamente de otros dos municipios afectados por la posible quiebra de Siro: Aguilar de Campoo y Venta Baños.
De forma conjunta, los tres alcaldes pidieron a la compañía más “transparencia” y que, de forma clara y concisa, explique a los trabajadores la situación real de sus centros de producción en Castilla y León, como punto de partida para retomar una negociación necesaria y cerrar un principio de acuerdo que garantice el futuro de la compañía.
Aunque Siro y los trabajadores se reunirán este jueves para intentar acercar posturas, los tres alcaldes incidieron en la importancia de volver a negociar para buscar una solución que contribuya a sortear la crisis que atraviesa la empresa, con una deuda reconocida de unos 300 millones de euros.
Tras la reunión mantenida con el presidente de la Junta, el alcalde de Toro reconoció que la situación “es crítica”, a la vez que remarcó la “falta de transparencia” de la empresa a la hora de explicar su situación para negociar y que los trabajadores puedan adoptar una decisión “con todas las cartas encima de la mesa”.
Abogó Del Bien por “poner todo lo que podamos entre todos” para salvar el empleo dentro de un sector , el alimentario, “de enorme importancia” en Castilla y León.
El regidor toresano valoró de forma positiva el encuentro con Mañueco y, como precisó, a partir de ahora, “toca contribuir al diálogo” entre los la empresa, los comités y los trabajadores para intentar alcanzar un acuerdo satisfactorio y de futuro, porque “el plazo es muy ajustado para poder salvar las fábricas”.
Por último, el alcalde de Toro remarcó que “la voluntad de todos es que las plantas sigan funcionando y sigan asentado el empleo, que es mucho y muy importante”.
Trabajadores de Toro apoyan la movilización ante las Cortes
“Toro trabaja no se rebaja” es el lema que lucieron en llamativas camisetas amarillas los trabajadores de la fábrica toresana de Siro, que secundaron la movilización convocada ante las Cortes de Castilla y León para exigir una solución a la situación de crisis de la firma.
La concentración congregó a más de un centenar de empleados de la compañía, en su mayoría de Venta de Baños, que estuvieron arropados por los de otras fábricas, conscientes de que el futuro de la palentina es el más complejo, después de que Siro anunciara recientemente su cierre definitivo.
En el acto de protesta también participaron representantes de los sindicatos CC OO y UGT que solicitaron un acuerdo entre el Gobierno de España y la Junta, ante una situación “contrarreloj” para evitar la crisis de Siro derive en un concurso de acreedores si no se consigue revertir la crisis en los próximos días, tras plantear el cierre de la planta de Venta de Baños y ante el futuro incierto de las fábricas asentadas en Toro y Aguilar de Campoo por la retirada de la oferta realizada por el socio inversor.
Además, ambas organizaciones sindicales advirtieron de que “la crisis de Siro afecta también al desarrollo económico de Castilla y León por la repercusión que tendría el cierre de las plantas”, al tratarse de una compañía con raíces en lo rural cuyo cierre impactaría de lleno en la España Vaciada.
Tudanca y la polémica por “hacerse la foto” con los trabajadores
La reunión entre comité de empresa y Junta se demoró unos minutos a causa de la concentración, a la que siguió un encuentro improvisado con el líder del PSOE Luis Tudanca, que justo un día antes acusaba a Mañueco de “inacción” y reprochaba que el objetivo de la cita en Valladolid obedecía a “hacerse la foto”.
Debido a ese encuentro, el socialista se acabó convirtiendo en el primer político fotografiado con los empleados, justo antes de la negociación oficial.
