Trabajadores de la fábrica de Siro en Toro han participado este miércoles en una concentración conjunta con compañeros de otras plantas ante las Cortes de Castilla y León para exigir una solución “urgente” a la crisis que atraviesa la empresa y que ya ha provocado la paralización de la producción o que el Grupo no pueda hacer frente al pago de la nómina de mayo.

La concentración se ha celebrado con motivo de las reuniones previstas con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con los alcaldes de Toro, Venta de Baños y Aguilar de Campoo y con los presidentes de los comités de empresa de las fábricas de Siro en Castilla y León, en las que está previsto abordar la situación del Grupo Siro y analizar las posibles soluciones para evitar el cierre definitivo de las fábricas.

En el acto de protesta, los manifestantes reclamaron la dimisión del consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, y portaron pancartas con mensajes directos a la empresa, tales como “Siro en la lucha por el futuro” o “No al cierre de galletas Siro en Venta de Baños”.

Además, a las puertas de las Cortes Regionales, los empleados de Siro han trasladado a procuradores de diferentes grupos políticos sus reivindicaciones y la urgente necesidad de buscar una solución viable a la situación que atraviesa Siro, con el fin de poder mantener tanto la empresa como alrededor de 1.200 puestos de trabajo en Castilla y León, 300 de ellos en Toro.

En la concentración han participado los sindicatos que también han exigido soluciones frente al cierre definitivo que la empresa Siro ha planteado en la fábrica de la localidad palentina de Venta de Baños.

Los representantes de las federaciones de industria de CC OO y UGT han coincidido en señalar que “la solución tiene que venir dada por un acuerdo entre instituciones, Gobierno central y Junta, y un acuerdo laboral que hasta ahora no ha sido posible”.

Por parte de CC OO, el secretario de política industrial de la federación de industria, Miguel Ángel Brezmes, ha hecho hincapié en la “necesidad urgente de una inyección de liquidez, tanto para pagar salarios como para poder comprar materia prima, mientas estamos a la espera de cerrar un acuerdo definitivo con el inversor para posibilitar que 1.500 puestos de trabajo directos no se vayan fuera de la comunidad”.

También ha hecho referencia a la deuda de 300 millones de euros, reconocida por la empresa, “de la que no se puede culpar a los trabajadores, sino a la gestión errática de la compañía”.

Desde UGT FICA en Castilla y León, la secretaria de acción sindical, Sandra Vega, no entiende que “no nos hayan convocado a los sindicatos a la reunión de este miércoles, mientras que sí lo han hecho para mediar en otras ocasiones”, achacándolo a que “pueda deberse a que las consejerías de Industria y Agricultura se encuentran en manos de otro partido político”.

En cuanto al plan de competitividad, exigido por el inversor para entrar en el grupo, ha señalado que lo llevan negociando desde hace siete meses y que se llegó a algunos preacuerdos con los que no toda la plantilla estaba de acuerdo.

En este sentido Vega ha reseñado que “tanto el Ministerio como la Junta bien podrían poner de su parte para que el plan fuera mejorado y terminar con el conflicto, porque de no ser así”, ha continuado, “en poco tiempo veremos no el cierre de una fábrica, ya anunciado, sino de las cuatro fábricas que integran el grupo Siro”.

Ambas organizaciones sindicales han coincidido en afirmar que “se va contrarreloj” y si no se revierte esta situación en los próximos días al grupo Siro no le quedará más remedio que entrar en concurso de acreedores.

Para finalizar, han advertido que “la crisis de Siro afecta también al desarrollo económico de Castilla y León, por la repercusión que tendría el cierre de las plantas galleteras”, al tratarse de una compañía con raíces en lo rural cuyo cierre impactaría de lleno en la España Vaciada.