La Opinión de Zamora

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Empleados de Siro en Toro: “Queremos trabajar, pero no a cualquier precio”

La plantilla espera la respuesta de la compañía tras su rechazo al plan de competitividad y reconoce el “temor” al cierre de la fábrica

Trabajadores conversan en el acceso principal a las instalaciones de la fábrica de Siro en Toro. | M. J. C.

“Queremos seguir trabajando, pero no a cualquier precio”. De esta manera, el comité de empresa de la fábrica de Siro en Toro ha resumido la opinión mayoritaria de los trabajadores, que han decidido rechazar el plan de mejora de la competitividad y que es uno de los requisitos exigidos por los fondos Afendis y Davidson Kempner para inyectar 180 millones de euros en la compañía.

La presidenta del comité de empresa de la planta toresana, María José de la Iglesia, reconoció que la compañía todavía no se ha pronunciado sobre el rechazo de los trabajadores al plan de viabilidad, respuesta que se producirá en un corto plazo de tiempo y que, en Toro, se espera con especial inquietud porque “hay temor a un posible cierre de la fábrica”.

Por otra parte, De la Iglesia aseguró que el comité de empresa ha tratado hasta el último minuto de cerrar un acuerdo laboral con Siro, pero todas sus propuestas han sido rechazadas.

En este punto, subrayó que en la fábrica de Toro “el punto fuerte es la antigüedad”, sobre la que el comité de empresa planteó la posibilidad de “calcularla de otra manera”, pero la única opción que ofrece Siro es su congelación.

Del mismo modo, la firma galletera pretende aplicar una ampliación de la jornada laboral o un recorte de salarios que no afectaría en la misma medida a toda la plantilla, aunque los más perjudicados serían los eventuales formados para determinados puestos de responsabilidad a los que se les acaba el contrato, ya que en el nuevo se les aplicarían otras tablas salarias y “pasarían a cobrar una miseria por realizar el mismo trabajo”.

De la Iglesia también se refirió al anunciado cierre de la fábrica del grupo en Venta de Baños y reconoció que Siro “lo tenía previsto”, porque ni siquiera llegó a proponer el plan de viabilidad.

Sobre la posible recolocación de trabajadores de la planta palentina en la fábrica toresana y a otras de Castilla y León, precisó que “la empresa se contradice”, ya que ha planteado el traslado de empleados para ocupar puestos de personas que, por su edad, decidan aceptar una salida incentivada del grupo, la misma oferta que ha realizado a operarios eventuales de Toro.

En definitiva, el futuro de la fábrica de Toro y de toda la compañía podría dilucidarse en los próximos días cuando el nuevo inversor se pronuncie sobre si mantiene o no la oferta realizada para entrar en Siro, cuya aportación económica es clave para garantizar la continuidad de la compañía y de sus fábricas.

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