La solución a la complicada situación económica que atraviesa el grupo Siro podría estar más cerca. La firma de un acuerdo marco con los accionistas actuales y las entidades financieras acreedoras de la compañía facilitaría la entrada de un fondo inversor y garantizaría el mantenimiento del grupo Siro y de sus fábricas en España, entre ellas la que desarrolla su actividad en Toro.
El acuerdo, firmado pero sujeto a una cláusula
Responsables del grupo Siro han confirmado que ya se ha firmado el acuerdo marco, aunque “está sujeto” a la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y a que los comités de empresa de cada una de sus fábricas respalden el plan de mejora de la competitividad.
La compañía ha preferido no aportar más detalles sobre el acuerdo marco suscrito para “mantener la confidencialidad” de la operación, ha reiterado que un “requisito imprescindible” para su "cierre" es la aprobación del plan de competitividad por parte de los trabajadores de los distintos centros de producción de la compañía.
La solución al conflicto, más cerca
La rúbrica del acuerdo es un “paso más” para intentar garantizar el futuro de la compañía con la entrada en el accionariado de los fondos de inversión Davidson Kempner y Afendis que, como requisito para cerrar la operación, exigen la implantación en todas las fábricas del grupo de un plan de mejora de la competitividad.
Precisamente, la pretensión de la compañía de implantar el citado plan de mejora de la competitividad provocó que los trabajadores de la fábrica de Siro en Toro paralizaran a principios de abril, durante cinco días, la actividad en la planta, tras secundar masivamente una huelga general, que derivó en la firma de un nuevo acuerdo laboral y la propuesta de readmisión de diez empleados que fueron despedidos.
