La Opinión de Zamora

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En la diana de la despoblación: recuperar el casco histórico de Toro

Las calles más turísticas acumulan edificios vacíos y en venta, problema que el Ayuntamiento pretende revertir con un “plan de vivienda social”

Vivienda antigua en venta situada en una de las arterias principales del casco histórico, la calle San Lorenzo. | M. J. C.

Su casco histórico es uno de los principales atractivos de Toro, pero también el centro de la diana de la despoblación, por el progresivo abandono de sus viviendas. El problema del vaciado del corazón de la ciudad se aprecia a simple vista al recorrer sus angostas calles jalonadas de antiguas viviendas, muchas de ellas singulares, que están a la venta y que, en algunos casos, presentan un considerable deterioro por su falta de mantenimiento. La solución para repoblar el casco histórico de Toro es compleja, ya que confluyen diversas circunstancias que dificultan su revitalización, tales como la avanzada edad de muchos de sus moradores o la descentralización de servicios. A la paulatina despoblación de la zona también contribuye el elevado precio de venta de algunas viviendas, al que hay que sumar la inversión necesaria para proceder a su restauración de acuerdo a las directrices recogidas en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico, lo que retrae a posibles compradores, que optan por establecer su residencia en barrios periféricos.

La despoblación del casco histórico y el progresivo deterioro de parte de sus edificios, algunos en estado de ruina, también llama la atención de los turistas que eligen Toro como destino, al comprobar que el corazón de la ciudad carece de la intensa actividad que tuvo en épocas pasadas. El Ayuntamiento es consciente de que la zona antigua se desangra y de que está perdiendo parte del pulso que tuvo en otras tiempos, problema que, como matizó el alcalde, Tomás del Bien, es necesario “atajar poco a poco”, porque “necesitamos volver a llenar de gente el casco histórico, que es el que mantiene la vida de la ciudad”.

El alcalde definió como “desastroso” el problema de las viviendas vacías en el casco antiguo y que atribuyó a varios factores, entre los que destacó que muchos de los edificios que se venden “están en mal estado” y que los precios fijados por sus propietarios “son bastante privativos”, a lo que hay que sumar la inversión que tendrían que realizar los compradores para proceder a su rehabilitación siguiendo las pautas del planeamiento especial, cuyo objetivo es preservar la identidad de la zona. Una de las soluciones que baraja el Ayuntamiento es impulsar un ambicioso plan de vivienda social, que pretende financiar con los fondos europeos “Next Generation” y que está “emparejado” con la reapertura del antiguo campamento militar de Monte la Reina.

Una de las soluciones que baraja el Ayuntamiento es impulsar un ambicioso plan de vivienda social, que pretende financiar con los fondos europeos “Next Generation” y que está “emparejado” con la reapertura del antiguo campamento militar de Monte la Reina.

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No obstante, Del Bien precisó que el plan de vivienda social no sería exclusivo para los militares que regresaran a la antigua base y que decidieran vivir en Toro, sino que podrían acogerse otras personas interesadas en fijar su residencia en el casco histórico de Toro.

Para materializar el proyecto es preciso que “exista demanda”, recalcó el alcalde, aunque el Ayuntamiento confía en que la reapertura de Monte la Reina pueda generar ese movimiento necesario para poner en marcha un plan de vivienda social, que pretende financiar con fondos europeos. En concreto, el proyecto, que el alcalde definió como “de gran calado”, se basa en que el Ayuntamiento adquiriría inmuebles deshabitados y enclavados en el casco histórico para, posteriormente, proceder a su rehabilitación, con el objetivo de ofrecer una solución habitacional a personas que quieran residir en el corazón de la ciudad.

Edificios vacíos con el cartel de se vende en las calles Perezal y Judería, dos de las vías de la zona antigua más utilizadas por los vecinos y los visitantes. | M. J. C.

Además, Del Bien aseguró que se trata de un “proyecto circular” porque la institución local compraría las edificaciones vacías que toresanos o sus descendientes y herederos no quieren conservar, y las obras de rehabilitación serían ejecutada por empresas locales, lo que dinamizaría la economía del municipio. La solución planteada por el Ayuntamiento, además de repoblar la zona antigua, contribuiría a recuperar edificios que están en venta, porque sus herederos no quieren mantener su propiedad o porque sus dueños fijan un coste tan elevado, que no puede ser asumido por potenciales compradores.

De hecho, el alcalde reconoció que, en algunos casos el precio de venta de casas que están vacías puede oscilar entre 120.000 y 150.000 euros, en las que es necesario invertir una cantidad similar para rehabilitarlas, factores que influyen negativamente en la decisión final de adquirir una vivienda en el casco antiguo. En otros casos, aunque el precio de venta es inferior, los posibles compradores tendrían que derribar el edificio por su estado de ruina y partir de cero. Por otra parte, Del Bien subrayó que uno de los factores que han agravado el declive de la zona histórica es que los herederos de viviendas vacías, en determinados casos, no atienden los requerimientos por los que el Ayuntamiento les recuerda su “deber” de conservar los inmuebles y de subsanar aquellas deficiencias que afectan a sus condiciones de seguridad, salubridad y ornato público.

Por último, recordó que el deficiente estado de algunas de las viviendas del casco histórico “no es una responsabilidad directa del Ayuntamiento” y que su competencia se basa en velar porque deficiencias en aleros, cornisas, ventanas o balcones no afecten a la seguridad de los ciudadanos por posibles desprendimientos hacia la vía pública.

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