Los trabajadores de la fábrica de Cerealto Siro Foods en Toro han acordado desconvocar la huelga general indefinida que iniciaron el pasado lunes y aceptar la última propuesta laboral realizada por la compañía.

El comité de empresa ha firmado este viernes el “preacuerdo” alcanzado con el grupo en la maratoniana reunión celebrada el pasado martes, con la mediación del Serla (Servicio Regional de Relaciones Laborales) y después someterlo a la aprobación de los trabajadores en varias asambleas celebradas el jueves.

La rúbrica del acuerdo conlleva desconvocar la huelga general indefinida y la reincorporación de los trabajadores a sus puestos a partir del turno de las seis de la mañana del sábado, lo que permitirá a la fábrica retomar la actividad, paralizada desde el pasado lunes, después de que la práctica totalidad de la plantilla de las áreas de producción, cadena de suministro y mantenimiento, formada por unos 300 empleados, secundara el parón.

La presidenta del comité de empresa, María José de la Iglesia, reconoció que, aunque la plantilla demandaba a la compañía que garantizara “estabilidad” para los dos próximos años, por la actual situación económica de Ceralto Siro Foods y la entrada como socio mayoritario de los fondos de inversión Afendis-Davidson Kempner, no ha sido posible lograr un acuerdo a largo plazo.

La propuesta aceptada por la plantilla y ratificada este viernes por el comité de empresa y la compañía se basa en la aprobación de un convenio para los años 2020 y 2021, que incluyen un incremento salarial del 1,2% para cada ejercicio.

En este punto, De la Iglesia aseguró que del convenio aprobado para los dos ejercicios “tan solo se tocan las tablas salariales” y, por tanto, otros derechos laborales relacionados con la antigüedad o complementos no sufrirán ninguna alteración.

La nueva “tabla salarial” comenzará a aplicarse en la nómina de abril y, en cuanto a los atrasos que pertenecen a los trabajadores, la compañía se ha comprometido a abonarlos en varios pagos.

Además, el acuerdo ratificado este viernes entre ambas partes, incluye la readmisión de los diez trabajadores de la fábrica de Toro que fueron despedidos a primeros de marzo, siempre y cuando quieran reincorporarse a sus puestos.

La presidenta del comité de empresa también confirmó la retirada del plan de viabilidad que la compañía pretendía imponer en todas sus fábricas de Castilla y León, pretensión que, en parte motivó la convocatoria de la huelga general indefinida en la planta toresana.

A partir de ahora, el comité de empresa y la compañía deberán negociar el nuevo convenio de 2022 en un ambiente de “incertidumbre total”, ante la entrada de los fondos de inversión en el accionariado de Cerealto Siro Foods porque, como apuntó De la Iglesia, “en estos momentos no es posible garantizar el empleo”.

Por último, la presidenta del comité de empresa agradeció públicamente el apoyo recibido de los trabajadores de la fábrica de Toro, tanto de los fijos como de los eventuales que, desde el lunes han secundado la huelga general que, a partir de las seis de la mañana de este sábado, se reincorporarán a sus puestos en la fábrica toresana.