El Embajador de Suiza en España, Hans Peter Mock, apadrinó la inauguración de las nuevas instalaciones de la bodega “La Viña del Abuelo”, ubicada en un antiguo inmueble con más de dos siglos de antigüedad en la plaza de La Merced de Toro.
Al acto de reapertura, además del Embajador de Suiza, asistieron el alcalde de Toro y el presidente de la Denominación de Origen, Tomás del Bien y Felipe Nalda, respectivamente, así como bodegueros de la zona y la reconocida enóloga Isabel Mijares, entre otros invitados.
La bodega adquirió y rehabilitó “Las Paneras de La Merced”, un edificio de ladrillo visto y bóveda de cañón apuntada, cuya superficie ronda los 1.200 metros cuadrados y enclavado en el corazón del casco histórico de Toro.
En la apertura de las instalaciones, el bodeguero, Daniel Waldburguer, rememoró los orígenes del proyecto que se remontan a 1906 cuando su abuelo, Patricio, abrió una bodega en Toledo.
Un siglo después, Waldburger descubrió Toro, una tierra que definió como “maravillosa” y de la que aseguró que “hasta el agua de lluvia tiene esencia a vino”.
Reconoció el bodeguero que el “camino” para materializar un proyecto “no ha sido sencillo”, aunque no solo ha permitido recuperar un inmueble histórico, sino que también ha servido para aportar un nuevo recurso enoturístico a Toro.
Por su parte, el Embajador de Suiza alabó la calidad de los vinos de Toro, que son muy apreciados en el mercado suizo, y el “empeño” de la familia promotora para llevar a cabo el proyecto.
El alcalde agradeció al bodeguero su apuesta por Toro y la inversión realizada para recuperar un edificio ligado a la historia de la ciudad.
Las nuevas instalaciones permitirán a la bodega, además de modernizar y ampliar su proceso de producción, que toresanos y turistas puedan catar sus vinos en la taberna habilitada en el edificio.
Creada en 2006, la bodega cuenta con ocho hectáreas de viñedo y elabora sus vinos con uvas de la variedad tinta de Toro, que proceden de cepas que superan los 50 años de antigüedad.
