El Ayuntamiento ha instado a los dueños de un edificio enclavado en la Plaza Mayor y las calles Zapateros y Trasalfóndiga de Toro a constituir una comunidad de propietarios y a encargar un informe pericial que determine el estado del inmueble catalogado, en el que se han registrado desprendimientos que han obligado a colocar un vallado perimetral para evitar posibles incidentes.

La concejala de Obras, Ruth Martín, confirmó que la petición ha sido formulada por escrito a los tres propietarios del antiguo edificio que, en la actualidad está deshabitado, y que, según la división horizontal, son los que deben adoptar medidas para rehabilitarlo.

La división horizontal es el acto en el que un inmueble se divide en fincas registrales independientes y cada una tiene su propia referencia catastral y una participación en la comunidad proporcional a su superficie.

La división horizontal ha permitido constatar, según Martín, que una empresa de Valladolid y el Ayuntamiento de Toro son “colindantes” por lo que, en este caso, la responsabilidad de intervenir recae en los tres propietarios, a los que la concejalía de Obras ha solicitado por escrito una respuesta inmediata sobre la constitución de una comunidad y la elaboración de un informe pericial para determinar el porcentaje que debe asumir cada uno en la reparación de los daños.

Fachada del edificio que ha sido apuntalada por desprendimientos a la vía pública M. J. C.

Por otra parte, la concejala de Obras remarcó que, en este caso, el Ayuntamiento no tiene la obligación de destinar recursos públicos a elaborar un estudio técnico que permita evaluar la situación del edificio, responsabilidad que deben asumir los propietarios, aunque no descarta que, a nivel jurídico, tenga que colaborar si el informe detalla deficiencias en cimientos o en la vía pública.

En principio el origen del deterioro del antiguo edificio es el mal estado de las cubiertas y las filtraciones de agua de lluvia a su interior.

Reiteró Martín que el primer paso para determinar la situación real del inmueble es redactar un informe pericial, aunque también indicó que si los propietarios no actúan el Ayuntamiento podría dictar una orden de ejecución y actuar de forma subsidiaria para adoptar las medidas que precisa el inmueble para su rehabilitación o, en su caso, declarar su estado de ruina. 

Gómez Valdespina defiende el valor patrimonial del edificio

El concejal del grupo no adscrito, Javier Gómez Valdespina, ha interpelado al equipo de Gobierno sobre qué medidas tiene previsto adoptar para fregar la degradación de un inmueble que presenta un “lamentable estado de conservación”, y que atesora un “valor cultural y patrimonial”, por el que está catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana de Toro como un “bien con grado de protección estructural”.

Recordó el edil que en los soportales del inmueble se ubicaron las “antiguas carnicerías” en las que se vendía la carne a los vecinos de Toro y del alfoz y que, en la parte del edificio enclavada en Trasalfóndiga, se encontraba la panadería denominada “La Alhóndiga”.

Gómez Valdespina se ha interesado por las medidas que tiene previsto adoptar el Ayuntamiento para frenar su deterioro y evitar, no solo la desaparición del inmueble, sino también “alguna desgracia personal” ante el riesgo de desprendimiento de cascotes o de derrumbe de parte de la construcción.

Además, considera “insuficiente” la instalación de una valla perimetral en parte del edificio, “cuyas vigas están carcomidas por las termitas y podridas por la humedad” resultante del agua de lluvia que se filtra por el tejado debido a su “lamentable estado”.

Por último, el concejal ha interpelado al equipo de Gobierno sobre si ha encargado a la arquitecta municipal la elaboración de un informe técnico que “ponga de manifiesto el verdadero estado del inmueble y las medidas que se deben adoptar para evitar su derrumbe”.