La pandemia impidió que el pasado mes de febrero los quintos de Toro pudieran celebrar su fiesta, entonar la copla o pegar los pasquines en los domicilios de familiares y amigos.

Sin embargo, 46 toresanos y toresanas que en 2021 cumplen la mayoría de edad decidieron plantar cara a la adversidad y han celebrado la fiesta de los quintos, una tradición muy arraigada en Toro y que ocupa un lugar destacado en su calendario festivo.

La celebración tiene su origen en una ordenanza dictada en 1768 por Carlos III, por la que uno de cada cinco mozos de España, con edades comprendidas entre 16 y 40 años, debía dedicarse a la vida militar y trabajar para el rey. El sorteo se realizaba en las primeras semanas de enero y para despedir a los quintos se celebraba una fiesta de hermandad entre todos los jóvenes de cada pueblo.

A pesar de la desaparición del servicio militar, Toro ha logrado conservar la fiesta dedicada a los quintos que, aunque cada año coincide con Las Candelas, en 2021 ha tenido que posponerse por la pandemia.

El paso del tiempo no ha desvaneció la ilusión de los quintos de disfrutar de una fiesta que fue inaugurada con una misa oficiada por el párroco Juan José Carbajo en la iglesia de San Julián, a la que además de los jóvenes, asistieron familiares, amigos y vecinos.

En la homilía, Carbajo destacó que los quintos representan la “esperanza” para “construir un mundo mejor” y que, en una sociedad marcada por el “ruido” están llamados a componer en armonía una melodía que contribuya a transformarla.

Los jóvenes entonan la copla tras la misa oficiada en San Julián. | M. J. C.

La ceremonia religiosa concluyó con la entonación de la copla que David Rivas y Manuel Gato han compuesto para los quintos de 2021 y en la que reivindican que su fiesta "nunca acabe".

Tras la eucaristía, los jóvenes recorrieron sus domicilios y las calles de Toro, en las que ofrecieron a los vecinos un lazo con la bandera de España, gesto que muchos recompensaron introduciendo un donativo en las huchas para sufragar los gastos de la fiesta.

En el recorrido no faltó el abanderado, cargo que este año ha desempeñado Adrián España, quien a lomos de un caballo portó una bandera de grandes dimensiones.

Como manda la tradición, los jóvenes fueron recibidos el Ayuntamiento por el alcalde, Tomás del Bien, y el concejal Roberto Asensio.

En la recepción oficial, los presidentes de la quinta, Soraya Hernández y Miguel Ángel Sarmiento, agradecieron el apoyo y colaboración de todos sus compañeros en la organización de la fiesta.

Acto seguido, los quintos accedieron a la balconada del Ayuntamiento desde la que volvieron a entonar la copla ante la atenta mirada de numerosos vecinos, que no quisieron perderse uno de los momentos más emotivos de la celebración.

La jornada fue clausurada con música y baile en una carpa, en la que tuvo lugar la entrega de premios y la imposición de las bandas.

En pocas semanas, si la situación sanitaria lo permite, los quintos de 2022 disfrutarán de una fiesta que Toro ha logrado preservar e incorporar a su larga lista de tradiciones.