El conflicto laboral sigue abierto en las factorías de Cerealto Siro en Toro, Aguilar de Campoo y Venta de Baños. En la última reunión telemática conjunta de los directivos de la compañía con los tres comités de empresa se anunció la entrada en el capital del nuevo inversor, que será la multinacional francesa Biscuits International. Los comités solicitaron estar presentes en las auditorías que se hagan con el nuevo accionista.

La videoconferencia no sirvió para avanzar en la negociación. La dirección de la empresa mantiene sus intenciones de aplicar un Plan de Competitividad, pero los comités de empresa se niegan a negociar un plan que supondría “una reducción económica de nuestros salarios de entre un 20% a un 30%, según los casos”.

Los comités de empresa de las tres factorías decidían ayer hacer públicas algunas de las medidas contenidas en ese Plan de Competitividad, entre las que se encuentran la supresión de la ultractividad del convenio colectivo (el mecanismo que permite mantener en vigor los convenios caducados hasta la entrada en vigor del siguiente convenio), la supresión de los permisos especiales de maternidad/paternidad y del permiso por lactancia, considerar todos los días como laborables para no pagar pluses por trabajar en domingos y festivos, suprimir el incentivo por absentismo que cobraban los trabajadores a final de mes si no habían tenido que faltar a su puesto de trabajo, supresión de los incentivos relacionados con las prejubilaciones, supresión del incentivo de calidad, supresión de los pluses de fines de semana, festivos, turnicidad, asistencia, responsabilidad y rotación, supresión del plus de antigüedad, supresión de los complementos de incapacidad transitoria y supresión de la obligación de facilitar la jubilación parcial.

“Como se puede apreciar no es un capricho ni un acto de soberbia nuestra negativa a sentarnos en una mesa, cuyo único objetivo es abaratar costes laborales eliminando de un plumazo todos los derechos conseguidos años atrás, fruto de negociación y de la dura lucha sindical”, defienden los comités de empresa en un comunicado conjunto.

En el pasado, en varios convenios colectivos de empresa, parte de las subidas salariales fueron sustituidas por estos complementos salariales. La intención de la empresa de eliminar de un plumazo todos los pluses y complementos supone por lo tanto tirar por tierra décadas de negociaciones y que los trabajadores de Siro pasen a cobrar “prácticamente el salario base, que es poco más del Salario Mínimo Interprofesional”, abunda en declaraciones a este diario Eloy Martín, miembro del comité de empresa de la planta toresana por las listas del CSIF.

Los representantes de los trabajadores proponen, en cambio, que la mejora de la competitividad se consiga con la reorganización de los procesos fabriles, y no a costa de los trabajadores. En la planta de Toro el comité y la empresa llevaban dos años negociando, al que por el momento no renuncian los miembros del comité.