La interposición de un recurso ante la Junta Electoral Central retrasará hasta el 21 de diciembre la designación del nuevo presidente de la Denominación de Origen Toro, cargo que desde 2016 desempeña el bodeguero Felipe Nalda.

El recurso será presentado antes del lunes 6 de diciembre por la Alianza UPA-COAG, con la intención de que la Junta Electoral Central valide un voto anulado en las elecciones del pasado domingo, porque en el estrato 2, que englobaba a los viticultores de la Denominación de Origen Toro con una superficie inscrita en el Consejo Regulador de entre 12,85 y 32 hectáreas, uno de los sobres introducidos en la urna contenía dos papeletas, una en blanco y en la otra aparecía marcada con una cruz la casilla del candidato de la organización agraria, José Amancio Moyano.

La decisión que adopte la Junta Electoral Central, que dispone de plazo hasta el 9 de diciembre para emitir una resolución, será clave para la proclamación final del nuevo vocal en el pleno del Consejo Regulador, ya que mientras Moyano obtuvo 16 votos, el otro aspirante, el independiente Crescencio Alonso, sumó un sufragio más.

De esta manera, en el caso de que sea admitido como válido el voto anulado, se produciría un empate entre ambos candidatos, que se resolvería lanzando una moneda al aire.

El citado voto fue considerado nulo de acuerdo al artículo 28.4 de la Orden de la consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta que regula el procedimiento para la elección de vocales de los Consejos Reguladores y de los Órganos de Gestión de las Denominaciones de Calidad de Castilla y León.

En concreto, el citado artículo especifica que “los votos emitidos en una papeleta diferente del modelo oficial, así como el emitido en una papeleta sin sobre o en sobre que contenga más de una papeleta”, serán considerados nulos.

El presidente de COAG Zamora, Lorenzo Rivera, confirmó la presentación del recurso y aseguró que, en su contenido, la organización aludirá a la Ley Orgánica de Elecciones Generales y reflejará que “la intención del voto es para el candidato marcado con una x”.

Además, remarcó que COAG defenderá “hasta el final” un voto que “consideramos nuestro”, aunque si el recurso es aceptado será el azar el que resuelva el empate entre ambos aspirantes.

Por otra parte, reconoció que a la organización agraria que preside “le hubiera gustado” un “cambio de aires” en el pleno del ente regulador, no solo porque es necesario defender los intereses de los viticultores, sino porque “muchas” bodegas pequeñas no comulgan con las ideas de la asociación Fomentoro, que agrupa a las de mayor tamaño y con un volumen de ventas más elevado.

En este punto, matizó que, a diferencia de otras zonas productoras, Toro debe preservar la calidad de la materia prima y valorar la antigüedad de los viñedos plantados en vaso, porque son factores que aportan “tipicidad” a sus vinos.

Por este motivo, a su juicio, además de no aplicar incrementos en los rendimientos por hectárea para las variedades de uva autorizadas, es preciso que en el pleno del Consejo Regulador se “debatan” temas como un “pago justo” por la calidad del fruto para que los viticultores obtengan una mayor rentabilidad, además de “respetar” la opinión de aquellas bodegas pequeñas que no comparten las ideas de la asociación Fomentoro.

A la espera de conocer la resolución final de la Junta Electoral Central, tan solo queda por resolver la elección de uno de los diez vocales del nuevo pleno del órgano vinícola, en el que Fomentoro se ha asegurado cuatro representantes y la Alianza UPA-COAG tres, mientras que las dos vocalías restantes serán ocupadas por la bodega Gil Luna y Marqués de Valdelacasa.