Vecinos de Tagarabuena han denunciado públicamente las “carencias” del barrio y han instado al Ayuntamiento a equiparar los servicios públicos con los que presta en otras zonas residenciales de la ciudad.

Recordaron los vecinos que, en 1970, Tagarabuena dejó de contar con un Ayuntamiento propio y se integró en Toro como un barrio de la ciudad, aunque, en su opinión, ha quedado relegado al olvido sin que las diferentes Corporaciones Municipales, de diversos “colores políticos”, hayan atendido sus necesidades.

En este punto, remarcaron que las personas que residen en Tagarabuena pagan los mismos impuestos que los vecinos de otros barrios, pero sin que el Ayuntamiento cuide los “servicios mínimos” ni sus “infraestructuras”, tanto a nivel patrimonial como urbanístico.

Así, destacaron las deficiencias del servicio de limpieza viaria o que varias calles del barrio “nunca fueron renovadas”, lo que ha provocado el deterioro de su pavimento, aunque también recordaron que algunas vías se mantienen en tierra y no han sido asfaltadas.

Del mismo modo, remarcaron la “peligrosidad” de la travesía ZA-712 que cruza el barrio, en la que no se ha instalado ningún sistema que contribuya a limitar o reducir la velocidad, tales como badenes o semáforos, con el consiguiente riesgo de atropello de los vecinos.

En este sentido, recordaron el proyecto de adecuación de una circunvalación en Tagarabuena para desviar el tráfico fuera de la zona urbana, proyecto “que nunca llegó a materializarse” y que ha quedado relegado al olvido.

Otra de las deficiencias, según los vecinos, es que siguen sufriendo “molestias acústicas” por actividades industriales sobre las que se han interpuesto denuncias a las que la administración local “hace caso omiso”, molestias que también generan los corrales que se utilizan para “guardar perros”.

Pérdida de población de un pueblo independiente hasta 1970

Por otra parte, vecinos del barrio destacaron que Tagarabuena carece de zonas verdes o de recreo, a la vez que resaltaron la necesidad de pavimentar el camino de acceso al campo de fútbol V Centenario. Del mismo modo, cuestionaron el estado de abandono de la iglesia y de la ermita.

Para los vecinos, las carencias citadas han contribuido a la pérdida de población en el barrio, en el que más del 70% de residentes son personas mayores, a lo que hay que sumar que la administración local no fomenta que los jóvenes fijen su residencia en Tagarabuena, lo que provoca que opten por vivir en otras zonas de Toro.

De hecho, para los vecinos, el barrio podría ser una zona residencial de referencia “por su ubicación”, pero se ha convertido en la “zona más desprestigiada” del municipio.

Por este motivo, se plantean la conveniencia de que Tagarabuena se hubiera mantenido como “pueblo independiente” porque, en la actualidad, al barrio se destina una “parte ínfima” de los presupuestos municipales y se priorizan otras zonas de Toro a la hora de ejecutar inversiones.

Por último, reiteraron que los vecinos de Tagarabuena abonan los mismos impuestos que los de otros barrios, por lo que reclaman idénticos servicios a los que se prestan en otras zonas residenciales de la ciudad.