La iglesia de Santo Tomás Cantuariense de Toro recuperará parte de su esencia constructiva con la reparación de los muros de la portada sur que presentaban un notable deterioro, aunque también se aprovechará la intervención para reubicar en su interior unas antiguas cancelas que pertenecieron a la extinta iglesia de Fuentesecas.

El párroco, Jesús Campos, confirmó que el arquitecto de la diócesis de Zamora realizó un estudio sobre el estado de conservación del muro sur de la iglesia y que la ejecución del proyecto ha sido autorizada por la Comisión Territorial de Patrimonio, intervención que ha comenzado recientemente.

Sobre los muros de la portada sur, Campos apuntó que contaban con un plano de cemento de los años 60 “bastante agresivo” que se estaba agrietando y desprendiendo, lo que hacía prever que la pared interna “se estaba resintiendo” como consecuencia de una intervención anterior.

Por este motivo, se solicitó a Patrimonio permiso para picar la pared, sanearla y comprobar su estado y, tras la retirada del paramento de cemento en la portada sur, se ha podido constatar parte de la historia constructiva del templo, a base de tapial fundamentalmente y ladrillos, aunque también se han descubierto vestigios de un antiguo porche.

La intervención se centrará en recuperar y sanear la pared de tapial, en la que se han apreciado “pérdidas importantes”, además de tapar los huecos o reparar las ventanas.

De forma paralela a la citada intervención, también se solicitó permiso a Patrimonio para la reubicación en el interior del templo de unas antiguas cancelas de la Fundación González Allende y originarias de la desaparecida iglesia de Fuentesecas.

Las cancelas de madera, que según Campos “son históricas y con entidad”, sustituirán al “entramado de vidrios” que existe en la actualidad en el acceso al templo y que fue adecuado en los años 60.

Además está previsto reparar el tejado del cuarto de la calefacción, en el que ha sido detectada una “gotera considerable” que ha generado varias averías en la caldera y mejorar la iluminación y el sistema de sonido para que Santo Tomás Cantuariense “esté a la altura” del resto de edificios eclesiásticos de Toro, en los que se ha intervenido previamente para garantizar su conservación.