Azucarera generará en la fábrica de Toro 89 empleos temporales, de los 245 que tiene previsto crear durante la nueva campaña remolachera que arrancará en las próximas semanas, aunque también ha tejido una amplia red de colaboración integrada por 75 empresas asentadas en el medio rural, con las que trabajará en el desarrollo de las labores de cultivo compartido para que los agricultores obtengan una mayor producción y una mejor rentabilidad.

Los empleos temporales que Azucarera creará durante la nueva campaña se distribuirán en sus tres plantas de la zona norte, Toro, la burgalesa de Miranda de Ebro y La Bañeza en León, contrataciones que evidencian, según responsables de la firma que la remolacha y su molturación suponen un importante “motor económico” de las zonas en las que se asientan las fábricas.

Durante la campaña, Azucarera contratará a 238 personas para llevar a cabo trabajos relacionados con el proceso de molturación, de las que 68 se incorporarán a la fábrica de Miranda de Ebro, 81 a la de La Bañeza y 89 a la planta de Toro.

Además, la industria ha decidido seguir apostando por el empleo joven y, por este motivo, ha contratado también a cuatro ingenieros agrónomos, de los que tres desempeñarán su trabajo en la fábrica de Miranda de Ebro y otro en la de La Bañeza, así como a tres capataces agrícolas, de los que dos se unirán a la plantilla de la factoría leonesa y otro a la enclavada en el municipio de Toro.

Por otra parte, para la nueva campaña, Azucarera también ha decidido colaborar con los agricultores a los que prestará ayuda para cultivar, “de una manera más fácil y cómoda”, objetivo que pretende alcanzar con una amplia red compuesta por empresas de servicios agrícolas, todas ellas asentadas en el medio rural, impulsando incluso la creación de nuevas industrias en lugares en los que no existan y financiando, en algunos casos, la adquisición de maquinaria.

De esta manera, en la próxima campaña de molturación de remolacha, Azucarera contará con 75 empresas locales, que prestarán un servicio de “cultivo compartido” a los remolacheros.

En la nueva campaña que, en principio en Toro arrancará antes de que concluya el mes de octubre y que se prolongará unos 60 días, la fábrica tiene previsto molturar entre 360.000 y 380.000 toneladas de remolacha que procesará en la fábrica.

Además, la industria ha cerrado la contratación en su fábrica de Toro de la remolacha sembrada en alrededor de 3.300 hectáreas, aunque su intención es ampliar la siembra del cultivo en la campaña de molturación del próximo año.

Para conseguir este objetivo, la compañía tiene previsto establecer en un futuro nuevos modelos de contratación para intentar cerrar acuerdos con más agricultores y que entreguen su producción en sus fábricas y, a su vez, obtengan una mayor rentabilidad económica y sigan apostando por un cultivo considerado “estratégico” en Castilla y León.

Proyecto de excelencia en la gestión de la remolacha sembrada

Por otra parte, Azucarera continúa avanzando en su firme propósito de ofrecer servicios de calidad a los agricultores que siguen apostando por el cultivo de remolacha.

Así, uno de los objetivos prioritarios de la compañía es garantizar a los agricultores una mayor rentabilidad, así como más “comodidad y seguridad” frente a otros cultivos alternativos que, en algunas zonas, han desplazado a la remolacha.

Por este motivo, Azucarera ha lanzado este año un nuevo proyecto denominado “Excelencia en la gestión del cultivo compartido”, mediante el que la industria dará un salto cualitativo en la gestión de las empresas de servicios, para que la calidad de los trabajos que se realizan en el campo sea cada vez más óptima y proporcionen a los agricultores los máximos rendimientos por hectárea, así como una mayor rentabilidad.

En los últimos días, Azucarera ha llevado a cabo una recogida de muestras para valorar el estado sanitario del cultivo que, en principio, es “óptimo” de cara a fijar el inicio de la próxima campaña.

Para tener listas las instalaciones ante el próximo inicio de la recepción de remolacha, Azucarera ha invertido en la fábrica de Toro más de 3,6 millones de euros.

En concreto, la inversión ha sido destinada a adecuar la planta para fabricar un nuevo producto y a acometer mejoras relacionadas con la eficiencia energética y la seguridad, al margen de otros trabajos de mantenimiento necesarios para que la campaña de molturación se desarrolle sin contratiempos.